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SHEFFIELD DOC FEST 2023

Crítica: Tish

por 

- El documentalista Paul Sng explora la vida de la fotógrafa británica Tish Murtha, que puso su foco en el deprimido pero resiliente noreste del país

Crítica: Tish

Tish, el documental biográfico de Paul Sng, que inauguró ayer la 30.ª edición del Sheffield Doc/Fest, es una obra que invita al espectador a reflexionar sobre si realmente entregarse a la vocación de artista garantiza la posteridad de quien lo hace y que, al mismo tiempo, cuestiona la relatividad de cualquier juicio de valor sobre una obra. El documental de Sng cuenta la historia —que recuerda a la de otras muchas figuras de las artes visuales— de Tish Murtha, una fotógrafa documentalista de origen obrero que, a pesar de morir en la pobreza y no llegar a obtener ningún reconocimiento, fue progresivamente canonizada por el mundo del arte. Las agridulces imágenes de reproducciones de su obra que ahora forman parte de la colección permanente de la galería londinense Tate Britain, con una Ella —la hija ahora adulta de la artista— de lo más radiante al fondo, demuestran que la historia (del arte) también corrige sus errores de vez en cuando, aunque lo haga demasiado tarde.

La fotografía —su medio de expresión—, por su parte, no se quedó atrás a la hora de plantear problemas. Aunque recibió cierto apoyo institucional (subvenciones del gobierno y encargos ocasionales de galerías) en la convulsa década de 1980, el trabajo de Murtha estuvo a punto de pasar desapercibido, lo cual cuesta creer, teniendo en cuenta que sus retratos —de 35 mm y en blanco y negro— de residentes de Newcastle, flanqueados por un paisaje industrial del que ya no queda ni rastro, se erigen ahora como cápsula del tiempo y epitafio de aquel estilo de vida. Resulta evidente, por tanto, que los observadores de la época no supieron ver el potencial y la función documental de la obra de una Murtha cuyo talento salta a la vista en las propias fotos, que nunca rehúyen la miseria ni lo que ahora denominamos —por miedo— "pornografía de la pobreza". Y es que, a pesar de este talento del que sus compañeros de profesión dieron fe, y a pesar de su combativo trato personal y sus convicciones sindicalistas, no había muchas perspectivas de convertir su idiosincrásica producción artística en un salario fijo, sobre todo a partir del momento en el que empezó a criar sola a su única hija, Ella.

La película de Sng, que se mantiene en la línea —en términos de espíritu— de su anterior largometraje (Poly Styrene: I Am a Cliché) sobre la rebelde cantautora punk Poly Styrene, se desarrolla cronológicamente y gira en torno al proceso de Ella de poner en orden las pertenencias de su madre tras su muerte por un aneurisma cerebral a los 56 años. Tras sacar a la luz numerosos rollos de negativos —y, lo que es igual de importante, su sistema meticulosamente organizado de pies de foto y sus diarios privados—, Ella se embarcó en la aventura de tratar de dar forma a la obra de su madre, para lo cual se dedicó a publicar nuevas ediciones de su principal serie de fotografías y a acompañar a Sng a entrevistar a los hermanos de su madre que todavía seguían vivos (venía de una familia de 10 hermanos), así como a profesores y compañeros de la Universidad de Arte de Gales, donde tuvo la oportunidad de formarse como estudiante becada tras haber abandonado la escuela a los 16 años.

Aunque el tema de la película se solapa en cierto modo con el de las últimas películas de Ken Loach y los intereses del gran cineasta —venerado, como todos sabemos, mucho más allá de las islas británicas—, es probable que Tish resuene principalmente en su país de origen, donde se distribuirá en los cines de la mano de Modern Films. "Esto es Inglaterra", parecen proclamar las fotografías y, por extensión, la película de Sng, al hablar de este legado, de esta historia reciente y de estos rostros vibrantes llenos de potencial que no merecían sufrir el desempleo crónico que afligía a la región en aquella época, captados a la luz del sol teñido de monocromo por el objetivo y el procesado del cuarto oscuro de una Murtha a la que sería una pena olvidar. Y todo apunta a que todavía queda mucho para que llegue ese momento de olvidarla, a juzgar por este impresionante documental.

Tish ha sido producida por la británica Freya Films, y las ventas internacionales corren a cargo de Together Films.

(Traducción del inglés)

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