Crítica: Unicornios
por Júlia Olmo
- Álex Lora logra una ópera prima interesante y con cierta verdad sobre el vacío y la precariedad de las relaciones

En la cama, después de follar, una atractiva joven le hace fotos en el móvil a una de sus amantes para subirlas a sus redes sociales. Poco después, la vemos llegar a casa de su pareja, donde recibe un regalo de su padre (al que apenas ve físicamente), un móvil nuevo a modo de indirecta. Así comienza Unicornios [+lee también:
tráiler
ficha de la película], el primer largometraje del cineasta catalán Àlex Lora, coescrito junto a Pilar Palomero, María Mínguez y Marta Vivet, protagonizado por Greta Fernández, presentado en la Sección Oficial de la última edición del Festival de Málaga y en el D’A Film Fest de Barcelona, dentro de las proyecciones Especiales, y estrenado ahora (el 30 de junio) en España de la mano de Filmax.
La atractiva joven es Isa (una estupenda Greta Fernández), una aspirante a fotógrafa que, mientras trata de terminar su tesis, trabaja como creadora de contenido en una agencia de publicidad. Aparentemente muy segura de sí misma y de sus ideas, feminista y poliamorosa, sus dudas y contradicciones empiezan a aflorar cuando su novio le propone ser una pareja monógama y ella no está segura de querer cambiar su vida. Rota esa relación que creía tan especial, Isa parece entrar en un bucle lleno de fiestas infinitas, mucha pose y muchas drogas, relaciones fugaces y decisiones que nunca llegan a tomarse. Esa es la historia que cuenta la película y su comienzo ya dice mucho de lo que luego vendrá. Apariencias, inseguridades camufladas en convicciones, vacíos, deseos no cumplidos, frustraciones, el miedo a comprometerse, la precariedad de los vínculos humanos y actuales (o más bien, de parte de ellos), las relaciones familiares torcidas, el peso de lo heredado, la presencia de las redes sociales en el mundo de hoy, la pérdida de la intimidad, las formas de intentar escapar de la vida que tenemos y no queremos. Todo esto trata de contarse de manera más o menos lograda en la película.
En el fondo, Unicornios es una película sobre las relaciones, familiares, amorosas, de amistad, de deseo o existenciales, sobre la necesidad de amar y ser amado, de desear y sentirse deseado, o sobre la dificultad de todo ello, sobre el placer y el dolor que hay en esos vínculos. La forma como se abordan esas relaciones resulta interesante, desde sus naturalezas contradictorias y zonas de sombra, mostrando lo que aparentan y lo que ocultan, lejos de juicios morales y pretensiones ejemplificantes. Hay complejidad en ellas, se consigue transmitir su lado emocionante y también su superficialidad, un estado de ánimo entre la emoción y la resignación, cierta atracción y a su vez un poso de tristeza. La interpretación de Greta Fernández también resulta creíble (sobre todo, en la relación materno-filial con Nora Navas), su mirada, sus gestos y expresiones a menudo dicen mucho más que sus palabras y acciones. Y hay momentos que logran tener cierta fuerza y tensión. Algunas escenas de sexo que resultan reales, los sentimientos contradictorios de la protagonista, su deseo de vida y también su vacío.
La gran debilidad de la película es precisamente uno de sus temas centrales: la superficialidad. La estética y la puesta en escena tienen cierto encanto, pero hay momentos en que lo que en realidad esconden es la nada. Secuencias que acaban perdiendo todo interés y que se convierten en videoclips muy modernos y con poco que decir. Hay situaciones que por intentar ser rompedoras o sorprendentes (o no sé muy bien qué pretenden) acaban resultando inverosímiles, demasiado impostadas y ridículas (las interpretaciones de algunos personajes tampoco facilitan las cosas). Es interesante cómo parte del mundo emocional de la protagonista se cuenta de forma velada, pero en otros casos simplemente se queda en pretensiones.
Unicornios es una película irregular, que no alcanza todo lo que pretende, pero con aciertos interesantes. Lo mejor es el riesgo con el que se aborda la intimidad de la protagonista, con naturalidad, sin intención de juzgar ni llegar a ningún mensaje. Con ello, logra ser una película sugestiva y con cierta verdad.
Unicornios es una producción de las compañías Inicia Films, Jaibo Films y TV3, que Filmax vende al extranjero.
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