06/07/2023 - El creativo Khaled Abdulwahed remueve recuerdos y decide seguir las pocas huellas que dejó su padre, un estudiante sirio en la República Democrática Alemana en los años 50

“Tal vez consigamos vernos de nuevo. Quién sabe…”. El director sirio Khaled Abdulwahed, que lleva varios años viviendo como refugiado en Alemania, ha estado desarrollando una fascinante práctica de documental experimental, concretamente sobre la memoria, siempre conectada con su país de origen. Esta ya le ha valido numerosos premios con el cortometraje Backyard (2018) y el largometraje Purple Sea (2020). Estamos ante un corpus de trabajo emergente que se desarrolla de forma brillante en Background, presentada en la competición internacional del 34.º FIDMarseille. Una película verdaderamente singular, de gran delicadeza formal, que logra hacer mucho con muy poco, en la que el cineasta teje vínculos sonoros y fotográficos con su padre, Sadallah, atrapado en las dificultades contemporáneas de Alepo, mientras indaga en su juventud como sirio que se marchó a estudiar ingeniería a la República Democrática Alemana en los años 50.

“Me puse en marcha desde la estación de Bagdad en Alepo. Viajé en el Orient Express hasta Estambul, luego a los Balcanes, Bulgaria, Grecia, Yugoslavia, Viena, Checoslovaquia y Alemania”. La conversación telefónica nos llega entrecortada mientras el padre le narra a su hijo, a través de fragmentos breves, su viaje y su estancia en la RDA, que comenzó en 1956 con un año en Leipzig para aprender alemán, y luego en las universidades de Dresde y Merseburg para estudiar química e ingeniería petrolera. Al otro lado de la línea, Khaled disecciona las escasas fotos de su padre de aquella época, digitalizándolas y manipulándolas, con el objetivo de corroborar la identificación de los lugares (“Hay una catedral gótica al fondo: eso es Europa”, “Hay anuncios occidentales en la calle: Universal, Moulin Rouge, Volkswagen: eso no puede ser Alemania del Este”. ¿Viena? ¿O quizás Alemania Occidental?”, “Google reconoció la ubicación: San Petersburgo. ¿Fue durante unas vacaciones? ¿Un viaje universitario?”). El director (que vive en Berlín) también viaja a Leipzig y Dresde, donde encuentra algunos documentos en los archivos locales que apoyan su investigación (en particular, un noticiario de los años 50 sobre una escuela a la que asisten alumnos de unos cincuenta países). Estas pistas e informaciones generales alimentan los intercambios íntimos con un padre al que tal vez no vuelva a ver nunca (los trámites para conseguir asilo en Alemania son complejos, Alepo vive al ritmo de las explosiones y la búsqueda constante de combustible para los generadores, el padre tiene una tos preocupante, etc.), y con el que mantiene un vínculo precioso y una fuente de memoria que va más allá del tiempo y la distancia.

Experto en el arte de generar enormes significados y ecos con elementos infinitamente escasos, Khaled Abdulwahed sabe jugar maravillosamente con las imágenes y los sonidos, a veces hasta el borde de la abstracción. Un talento innegable, al mismo tiempo antiguo y moderno, cuya evolución será muy interesante seguir.

Background es una producción de la berlinesa Pong.

(Traducción del francés)