KARLOVY VARY 2023 Proyecciones especiales
Crítica: Smiling Georgia
por Elena Lazic
- En su ópera prima, Luka Beradze usa una historia surrealista y llena de humor negro como punto de partida de un conmovedor retrato de amargura y alienación en el rural georgiano

Comienza como una historia divertida. En 2012, un candidato político georgiano prometió dientes nuevos a todos los que le votaran. Cientos de personas, la mayoría de ellas mayores de 60 años y que vivían en el campo, se sacaron las muelas con caries durante la campaña con la promesa de que se las repondrían más adelante. Sin embargo, cuando dicho candidato no ganó las elecciones los aldeanos simplemente se encontraron con que les faltaban aún más dientes que antes.
El director georgiano Luka Beradze se apropia del nombre de esta campaña electoral sin escrúpulos para darle título a su película. Smiling Georgia [+lee también:
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ficha de la película] se estrenó mundialmente en la sección de proyecciones especiales del Festival de Karlovy Vary de este año. Este largometraje, con sus 62 minutos, es uno de los más cortos que se proyectan en el festival. Además, se considera uno de los más contemplativos y, pese a ser el menos didáctico, es uno de los mejores.
La primera parte de la película es realmente divertida, ya que recoge testimonios de los habitantes de un pueblo sobre aquel fatídico día en que los subieron a un autobús y les sacaron a veces hasta más de cuatro dientes a la vez. Al principio, Beradze nos permite reírnos de ellos, no en tono de burla, sino más bien de asombro y sorpresa. ¿Por qué están tan tranquilos? Quizá porque los hechos ocurrieron hace unos diez años. Sin embargo, la forma en que los explican como si tuvieran algún sentido lógico es sorprendente. ¿Y cómo han podido permitirlo?
Las respuestas empiezan a surgir lentamente cuando la película toma un giro más paciente, mostrando aspectos de la vida cotidiana de estas personas en silencio y sin forzar ningún punto en particular; a veces lo que vemos es divertido y otras veces es más ambiguo. Encontramos una larga toma divertida y ligeramente desconcertante a la vez de un grupo de hombres desafinando en una boda, Lo que estamos presenciando tiene más que ver con la tradición que con cualquier otra cosa, algo que escapa a nuestro entendimiento y que difícilmente estamos bien situados para juzgar. Beradze presenta estas peculiaridades sin ocultar lo extrañas que pueden parecer a un extraño, pero también sin juzgarlas, hasta que se revelan como parte de un proyecto mucho más amplio destinado a humanizar a sus sujetos.
Desde el principio, el director de fotografía Lomero Akhvlediani y Beradze, quien también editó la película junto a Nodar Nozadze y Ioseb "Soso" Bliadze (detrás de Room Of My Own [+lee también:
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tráiler
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ficha de la película]), prestan atención a la peculiar belleza del entorno, profundamente entrelazada con su relativo vacío. Las casas algo destartaladas que emergen de la vegetación y los animales que a menudo entran y salen del encuadre sugieren un ritmo de vida muy lento, muy alejado de los programas chillones y ruidosos que se emiten en la televisión de un hombre, o de la ropa brillante y las sonrisas falsas de los candidatos políticos en los carteles de la ciudad. La sensación es la de un abismo innegable entre el campo y la ciudad, aunque esta controle al primero, como se ve en el escándalo de la Georgia sonriente.
La película, a la par que entretenida y cálida, es innegablemente amarga sobre todo en una secuencia en la que una periodista y su equipo de cámara visitan el pueblo. La estilosa desconocida quiere regalar por fin una dentadura nueva a una de las pobres mujeres como parte de su programa de televisión. Es un proyecto totalmente repugnante, como señala el furioso marido de la víctima de la estafa: "Me avergüenza que me utilicen como a un payaso". La periodista se escandaliza, pero la reacción del marido se justifica diez veces más cuando, en un suceso aún más surrealista, la periodista se angustia al descubrir que su próximo posible sujeto "solo" necesita que le cambien la dentadura postiza: "Quiero ayudar a los desdentados, y me traes a una mujer con dentadura postiza".
Smiling Georgia pinta un delicado retrato de una parte de Georgia que es muy hermosa, pero profundamente solitaria y decepcionante debido a la amenaza de políticos interesados y otros que siguen acechando por encima como buitres.
Smiling Georgia es una producción de 1991 Productions.
(Traducción del inglés por Noelia Bas Hurtado)
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