Crítica: Juniors
por Fabien Lemercier
- Hugo P. Thomas firma una película sobre adolescentes con un toque sociológico, refrescante y divertido, que sigue a dos jóvenes del rural atrapados en la espiral de una enorme mentira

"A nadie le importamos una mierda. No hemos nacido en el lugar adecuado, y ni siquiera tenemos una mediateca donde poder jugar". Este lugar donde los jóvenes adolescentes Jordan y Patrick se consumen poco a poco y matan el tiempo a base de jugar a sus interminables juegos de PS4, dar vueltas en bicicleta por los campos y estudiarse los extensos contenidos de cada una de las asignaturas del tedioso plan de estudios del instituto local, no es otro que la pequeña ciudad rural —imaginaria— de Mornas. Este municipio de la zona típicamente periférica de Francia es el lugar donde Hugo P. Thomas ha decidido ambientar Juniors [+lee también:
tráiler
ficha de la película] —su segundo largometraje tras Willy 1er [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película] (proyectado en la sección ACID de Cannes 2016)—, una lúdica y sociológica película sobre adolescentes que se estrenará en los cines franceses el 26 de julio, por cortesía de The Jokers.
"¿Estás seguro de que no nos van a pillar?" La preocupación invade a Patrick (Noah Zandouche), ya que la sucesión de una serie de circunstancias (un desastroso corte de pelo entre amigos novatos y la posterior decisión de raparse totalmente la cabeza para arreglarlo) ha hecho que a Jordan (Ewan Bourdelles) se le encienda la bombilla, y es que si un coreano con el que juega online se ha tragado lo de que tiene cáncer, a lo mejor podrían llegar a ganar algo de dinero lanzando una campaña de crowdfunding en Twitch. Dicho y hecho, la idea pronto se materializa en un vídeo melodramático en inglés ("please, help me to stay alive") que no tardan en colgar en las redes. Y funciona, ya que el fondo de recaudación va aumentando progresivamente. Sin embargo, lo que Jordan no se paró a pensar es el hecho de que los jóvenes de la zona también utilizan las redes sociales con frecuencia. La mentira es rápidamente descubierta por su entorno al completo —incluidos sus profesores y su madre (Vanessa Paradis)—, por lo que Jordan se ve obligado a meterse de lleno en el papel de héroe que lucha contra una enfermedad. La cuestión es que le acaba cogiendo el gusto a este papel que le obliga a hacer todo tipo de malabares con el fin de evitar que la verdad salga a la luz. Hasta que acaba ocurriendo lo inevitable...
Juniors respeta todos los códigos del género con sus adolescentes arquetípicos (los frikis, el matón con afán de protagonismo, la chica que no encaja, el conformismo, el deseo de integrarse y la torpeza inherente a esta edad, el ir de un lado a otro de los pasillos del colegio, los empujones en el comedor, etc.) al tiempo que juega la carta de la comedia de manera muy acertada —alternando tonos hasta el punto de rozar lo burlesco—, pero la película se eleva en última instancia por la sutil incorporación de temas de amistad y relaciones filiales que se vuelven dominantes en la recta final de la película. Se trata una mezcla inventiva y tragicómica al borde del surrealismo ("una pandilla de calvos", "una bazuca-pistola de patatas", "clases de educación física centradas en la defensa personal extrema", etc.), una combinación con la que las carcajadas están aseguradas, una relectura moderna, inocente y rural a caballo entre Todo en un día y Les beaux gosses [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película] (por mencionar solo dos de las referencias más obvias). Pero lo más importante es que esboza un entrañable retrato de la pecera en la que se agita toda una generación joven, una generación atrapada en la paradoja de una existencia sombría, sin futuro inmediato en el horizonte y con una interconexión virtual total. Es una paradoja que resuena perfectamente con un joven protagonista de encanto ambivalente ("No soy un santo. Si buscas a un tipo perfecto, ese no soy yo. En cambio, si lo que buscas es a alguien capaz de aprender de sus errores, quizá estés hablando con la persona indicada") con el que nos brinda un cineasta mucho más complejo de lo que parece a primera vista.
Juniors ha sido producida por Baxter Films y Les Films Velvet, y las ventas internacionales corren a cargo de WTFilms.
(Traducción del francés)
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.