email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

VENECIA 2023 Orizzonti

Crítica: Una sterminata domenica

por 

- VENECIA 2023: Alain Parroni ofrece una estética explosiva en su primer largometraje, coproducido por Wim Wenders, que sigue a tres jóvenes sin rumbo entre la periferia y el centro de Roma

Crítica: Una sterminata domenica
Enrico Bassetti, Federica Valentini y Zackari Delmas en Una sterminata domenica

"¿Cuánto dura este día?". Los tres protagonistas centennials de Una sterminata domenica [+lee también:
tráiler
entrevista: Alain Parroni
ficha de la película
]
—el primer largometraje de Alain Parroni, seleccionado en la sección Orizzonti del 80.º Festival de Venecia— son chavales de la costa romana con un vocabulario tan limitado como funcional del que se bastan para transmitir un malestar más existencial que social. Aunque "creer en algo constituye todo un reto", Alex, Brenda y Kevin (Enrico Bassetti, Federica Valentini y Zackari Delmas) no descartan la posibilidad/necesidad de "ponerse manos a la obra con cualquier cosa". Y cuando Brenda, que está con Alex, le dice a este último que no le baja la regla, él se convence a sí mismo de que "es mejor ser padre cuando eres joven y guapo que cuando eres viejo y senil". En uno de los muchos tatuajes del cuerpo de Brenda figura la frase "carpe diem", una de las expresiones más incomprendidas del poeta latino Horacio, que nos animaba a disfrutar de la vida y de las cosas buenas que esta nos ofrece, aunque no sean muchas, pero que en realidad se ha convertido en una exhortación a vivir con alegría y despreocupación. Aunque el aspecto visual de las cosas es mucho más importante que el textual para los jóvenes pertenecientes a la Generación Z, el miembro más joven del grupo, Kevin, opta por una solución intermedia y etiqueta con su nombre todas las paredes que encuentra a su paso. Le gustaría ser entrenador Pokémon cuando sea mayor.

Los suburbios donde vive el trío están tan a las afueras que, si se asoman a la ventana, pueden ver ovejas pastando en el prado. Pero Alex, Brenda y Kevin son felices pasando el día en el viejo Fiat Punto descapotable de color amarillo mayonesa, a la deriva entre material industrial en descomposición, torres de agua con forma de seta, viaductos y torres eléctricas de alta tensión. Más adelante, durante un interminable domingo de verano, deciden alejarse de su refugio para trasladarse hasta el centro de la capital, donde se escucha de fondo al Papa Francisco en la Plaza de San Pedro. Cuando Alex se molesta por algo, sale a toda velocidad en su moto enduro Garelli Tiger 125, en dirección a la ciudad, donde es capaz de llegar a hacer cosas que le pueden salir muy caras. Más allá de la evidente referencia al característico ménage à trois de Truffaut en Jules y Jim, resulta inevitable que la película no recuerde a cierto tipo de road movie americana de los años setenta.

Coproducida por Wim Wenders, la película no tiene intención alguna de constituir una protesta social, ni contiene el realismo herético y crudo de Queridos vecinos [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Fabio y Damiano D'Innocenzo
ficha de la película
]
o de La terra dell'abbastanza [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Damiano y Fabio D’Innocenzo
ficha de la película
]
, de los hermanos D'Innocenzo. Alain Parroni nació en 1992 en la campiña romana, y Alex, Brenda y Kevin son sus "hermanos pequeños". El director pone de manifiesto el enorme contraste existente entre su mundo, absorbido por el espacio virtual de un smartphone, y la subcultura de la abuela de Brenda, construida sobre los pilares de la sabiduría popular, la magia y los rituales. Al aceptar la invitación a adoptar un enfoque wendersiano de ansiedad e inquietud, el joven director expresa la estética plenamente intensa y explosiva de una realidad inundada por la luz cegadora del verano y por una puesta de sol que lo pinta todo de marrón rojizo. Su amor por las formas resulta especialmente evidente en la secuencia de fotogramas que muestran a Brenda y Kevin besándose detrás de turistas que se hacen selfies, o a Alex deambulando de manera frenética en la oscuridad, a la orilla del mar, completamente desnudo y con un arma en la mano. "He descubierto un rincón interior que no conocía", escribió Rilke. "Ahora todo va a parar allí". La verdadera razón por la que los protagonistas de Una sterminata domenica no se atreven a salir a la carretera es porque no sabrían adónde ir, lo único que tienen claro es que necesitan estar en constante movimiento.

Una sterminata domenica es una coproducción italiana, alemana e irlandesa de Fandango, Alcor, Art Me Pictures y Road Movies, en colaboración con RAI Cinema. Las ventas internacionales corren a cargo de Fandango Sales.

(Traducción del italiano)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy