Crítica: Ferrari
- VENECIA 2023: El acercamiento de Michael Mann al legendario empresario e ingeniero italiano es otro torpe biopic al que le falta credibilidad y le sobran estereotipos

En su esperado biopic sobre el empresario e ingeniero italiano Enzo Ferrari, Michael Mann (que regresa a la gran pantalla tras Blackhat) elige ambientar su historia en los cuatro meses previos a la edición de 1957 de la Mille Miglia, la dura carrera de resistencia en carretera abierta que dio lugar a la tragedia de Guidizzolo. Ferrari [+lee también:
tráiler
entrevista: Valentina Bellè
ficha de la película] se ha estrenado a nivel mundial en la competición principal del Festival de Venecia de este año.
El papel principal lo interpreta Adam Driver, que parece haberse convertido en el actor favorito —por alguna razón desconocida— de todo cineasta a la hora de interpretar a personalidades italianas tras encarnar también a Maurizio Gucci en la mediocre La casa Gucci, de Ridley Scott. Driver hace todo lo que está en su mano para encarnar a un padre problemático, un marido infiel y un jefe despiadado, pero su interpretación no resulta convincente. Si bien es cierto que la escasez de diálogos no ayuda, su retrato acaba por dar la sensación de incompleto, ya que no consigue disimular el hecho de que, bajo su pelo blanco y un maquillaje que deja que desear, se esconde una estrella de Hollywood que escenifica su propia idea —o la de Mann— de aquello en lo que consiste “ser italiano” y ser el jefe de la Scuderia Ferrari.
La forma en que Penélope Cruz hace de Laura Dominica Garello también deja muchas dudas, y es que sobreactúa de principio a fin. Además, no resulta para nada creíble que alguien con un acento español tan marcado interprete el papel de una italiana. De hecho, parece que vaya a ponerse a hablar en su lengua materna en cualquier momento, especialmente durante las escenas más agitadas.
En general, la "polifonía de voces" del reparto acaba adoptando la forma de un desagradable popurrí de jerga italiana, dialecto emiliano e inglés, con varios personajes luciendo acentos demasiado marcados. Y frases como "Llama a la banca" o "Sí, commendatore" no aportan nada, sino que más bien constituyen otro inoportuno intento de hacer que el lenguaje de Dante suene más exótico, que se complementa con un efecto caricaturesco a lo Super Mario.
También podríamos debatir acerca de por qué los personajes italianos y de otras nacionalidades siempre tienen que ser interpretados por actores estadounidenses (incluso cuando el parecido con sus homólogos originales es mínimo o incluso inexistente), pero se trata de un tema demasiado amplio como para tratarlo en esta reseña. Para la próxima, podrían probar a escoger a los intérpretes de entre una serie de candidatos nativos, o simplemente renunciar a cualquier pretensión de "localismo", ciñéndose tal vez a un inglés —británico o americano— puramente estándar. Ya se han hecho varias producciones de esta forma, y la verdad es que resultan mucho más creíbles.
En su conjunto, el guion de Troy Kennedy Martin carece de un enfoque definido. La Mille Miglia parece ser el acontecimiento más esperado en el que debería centrarse la trama, pero la historia gira constantemente en torno a la "doble" vida de Ferrari con su amante Lina Lardi (Shailene Woodley) y su hijo Piero, así como en torno a las discusiones de Ferrari y Laura y la forma en que afrontan la reciente pérdida de su hijo Alfredo, la complicada relación del empresario con la prensa y la opinión pública, y una insinuación acerca del amor de los pilotos por el riesgo y sus vidas románticas. Además, no se saca todo el partido que se podría sacar a los actores que interpretan a los pilotos de Ferrari —Piero Taruffi (Patrick Dempsey), Peter Collins (Jack O'Connell) y Alfonso De Portago (Gabriel Leone)—.
Aunque se trata de un largometraje con un alto presupuesto, el diseño de producción parece descuidado, e incluso carece de autenticidad en algunos casos. Por ejemplo, si nos fijamos en las radios y televisiones encendidas en el fondo, apenas se ven las imágenes de archivo que emiten, acompañadas de pistas de voz en off que alardean —de nuevo— de esta extraña jerga tan marcada.
Ferrari constituye una gran oportunidad desaprovechada y una película que se toma a sí misma demasiado en serio, carente del trabajo de desarrollo e investigación que la habría hecho parecer más auténtica, y que podría habernos ayudado a empatizar —o al menos a implicarnos— con las vicisitudes del famoso Grande Vecchio de Módena.
Ferrari ha sido producida por STXfilms (EE.UU.), Moto Productions (EE.UU.), Forward Pass (EE.UU.), Le Grisbi (EE.UU.), Bliss Media (EE.UU.), Rocket Science (Reino Unido), Storyteller Productions (Reino Unido) y Iervolino & Lady Bacardi Entertainment (Italia). Las ventas internacionales corren a cargo de la distribuidora londinense Black Bear International.
(Traducción del inglés)
Galería de fotos 31/08/2023: Venecia 2023 - Ferrari
27 fotos disponibles. Desliza hacia la izquierda o la derecha para verlas todas.



© 2023 Fabrizio de Gennaro for Cineuropa - fadege.it, @fadege.it
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.