02/09/2023 - VENECIA 2023: El debut en el largometraje de Luna Carmoon, que se extiende a lo largo de una década, escudriña entre los escombros de los recuerdos y de la distancia entre una madre y una hija

Saura Lightfoot Leon y Joseph Quinn en Hoard

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entrevista: Luna Carmoon
ficha de la película], el primer largometraje de la joven y prometedora directora británica Luna Carmoon, constituye una lección de memoria impregnada de misterio en la que se muestra cómo la protagonista, Maria (interpretada por Saura Lightfoot Leon durante la mayor parte de la película), recupera su pasado e intenta asimilarlo internamente a través de un proceso al que al público no se le da necesariamente acceso. Lo único que se pone de manifiesto son sus movimientos espasmódicos y la conmoción de las historias que resurgen en su mente, en lugar de los más convencionales flashbacks o de las manifestaciones verbales de lo que ocurre.

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Con esta primera película, estrenada en la Semana Internacional de la Crítica del Festival de Venecia, Carmoon da sus primeros pasos en el terreno del realismo social británico con una naturalidad pasmosa. Ambientada en un mundo claustrofóbico de desesperación, caracterizado por las casas adosadas y los cielos nublados, la historia parece guardar cierta relación con La vida es dulce, de Mike Leigh (y el hecho de que la película esté ambientada en 1994 refuerza esta comparación). Sin embargo, la directora también genera una intensidad feroz al mostrar cómo sus personajes interactúan y se revuelven, cómo se chocan y se precipitan los unos contra los otros, como si de calcetines en una secadora se tratara.

Maria (Lily-Beau Leach en las escenas iniciales de la película) es una niña a la que su madre Cynthia (Hayley Squires) adora. Sin embargo, la gente ajena al vínculo que ambas mantienen (directores preocupados, curiosos en las tiendas, etc.) muestra una inquietud evidente. Cynthia trabaja de noche (basta con esta pista para que uno se imagine a qué se dedica), pasa su tiempo libre recogiendo montones de cosas de las calles de los alrededores con Maria y no tira nada perecedero. Evidentemente, esto constituye un síntoma de un trastorno mental no diagnosticado, pero para Maria, los montones de trastos que llegan hasta el techo de la casa representan el amor incondicional de su madre.

Alrededor del final del primer cuarto de la película, los títulos iniciales confirman que se pasa del 1984 al 1994. Maria (interpretada ahora por Lightfoot Leon) se ha criado con Michelle (Samantha Spiro), que ha desempeñado la función de tutora legal y madre adoptiva. Aunque ya se ha dejado el instituto, siente que aún tiene muchos traumas y cargas emocionales de los que desprenderse si quiere afrontar la edad adulta con confianza. El problema es que las visitas ocasionales de otro de los hijos adoptivos de Michelle no hacen más que complicarlo todo. Michael (Joseph Quinn, un joven y popular actor de Stranger Things y de la próxima secuela de Gladiator) es uno de los muchos bebés expuestos al consumo de crack durante el embarazo. Ahora trabaja como basurero y está a punto de casarse, pero no le quita el ojo incestuoso a su hermanastra pequeña.

A pesar de que Carmoon dirige a los intérpretes con gran rigor y les impulsa a crear una antiquímica tormentosa que se intensifica a través de numerosas subidas de tono y una tensión constante que acaba por descomprimirse al final, la dinámica se mantiene estática a lo largo de toda la película, lo cual es una lástima. Maria se entera de la muerte de su madre biológica y recibe una urna con sus cenizas que acaba convirtiéndose en el último objeto físico que se añade a los recuerdos de la acumulación de "cosas" de su antigua casa. No obstante, se establece una extraña comparación entre la difunta Cynthia y el omnipresente Michael, ambos presentados como prácticamente adversarios en sus respectivas partes de la historia.

Las más de dos horas de duración del largometraje dan lugar a una innegable inercia que parece fruto de la naturalidad con la que Carmoon se abre paso a través del material que ha creado, impermeable a lo que cualquier productor o financiador pueda tildar de "excesivo". Con su mirada retro pero no regresiva a las generaciones pasadas del cine británico (marca de la casa de su productora Anti Worlds), Hoard constituye una historia de cosecha propia, llena de espíritu y con unas ramas desbordantes llenas de espinas que nunca se podan.

Hoard es una producción británica de Delaval Film, Erebus Pictures y Anti Worlds. Las ventas internacionales corren a cargo de Alpha Violet.

(Traducción del inglés)

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Luna Carmoon, Saura Lightfoot Leon, Helen Simmons, Joseph Quinn
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