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VENECIA 2023 Orizzonti Extra

Crítica: Pet Shop Days

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- VENECIA 2023: Una pareja de jóvenes se adentran en la parte más salvaje y sórdida de Nueva York en el primer largometraje de Olmo Schnabel

Crítica: Pet Shop Days
Dario Yazbek Bernal y Maribel Verdú en Pet Shop Days

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—titulada originalmente Pet Shop Boys, pero rebautizada recientemente con el título actual (quizás por problemas legales con la banda del mismo nombre)—, que ha sido estrenada a nivel mundial en la sección Orizzonti Extra de la 80.ª edición del Festival de Venecia, es la ópera prima de Olmo Schnabel. Al igual que ocurría con su padre Julian en su día, a Schnabel júnior no le tiembla el pulso a la hora de adentrarse en los bajos fondos de Nueva York. De hecho, va con todo y se mete hasta la cocina, y es que la presencia de actores como Willem Dafoe, Emmanuelle Seigner, Peter Sarsgaard, Jordi Mollà, Maribel Verdú o Dario Yazbek Bernal (hermano de Gael García Bernal) —este último es el protagonista junto con Jack Irv (también coguionista)— constituye una prueba innegable de ello. Michel Franco y Martin Scorsese, por su parte, ejercen de productores ejecutivos. El resultado del experimento constituye una sórdida mezcla de los estilos de Abel Ferrara, Larry Clark, Basquiat, del padre de Olmo, y una pizca de Cowboy de medianoche.

Hay incluso una referencia a los Pet Shop Boys al principio de la película, cuando Alejandro (Bernal) llama a un concurso de radio en el que puede ganar 1.500 dólares si adivina el nombre del grupo que interpretó la canción "West End Girls". Su grosera forma de responder —con la palabra en inglés de cuatro letras— a la calurosa bienvenida del presentador deja claro que se trata de un niño mimado con una personalidad de lo más impredecible. Esta respuesta acaba de disipar cualquier duda que pudiera quedar sobre el joven después de que los primeros cinco minutos, ridículamente intensos, muestren cómo su padre, el señor del crimen, le echa la bronca mientras el joven yace en la cama, con su madre, durante un discurso de cumpleaños en el que ha intentado suicidarse y, probablemente, ha cometido un homicidio involuntario en México, y todo eso en una sola noche. Ahora se ha escapado a Nueva York, donde corretea febrilmente y no hace más que "acabar siempre jodido" (palabras textuales del joven).

Mientras tanto, Jack (Irv, que recuerda a Jon Voight de joven), otro chico al que no le van bien las cosas, se despierta con la noticia de que su novia le acaba de dejar, intenta seducir —sin éxito— a la profesora de francés de su hermana (que ya se acuesta con su padre) y se va a trabajar a una tienda de animales. Allí es donde Alejandro entra en escena, ya que justo solicita trabajo ese mismo día en el negocio. Los dos chavales conectan al instante y se van de juerga por la ciudad, de manera que se hinchan a drogas, strippers y orgías que derivan en alguna que otra interacción coital mutua. Alejandro idea entonces un plan para robar joyas a viudas ricas, el cual consiste en irrumpir en sus casas haciéndose pasar por repartidores de UPS. La aparición de este nuevo y divertido amigo en su vida hace perder los papeles a un Jack que, por alguna extraña razón, acompaña a Alejandro a todas partes vestido de mujer. A todo esto, se añade a la ecuación la aparición de un matón mexicano en busca de Alejandro. Y, por si fuera poco, la disfuncional familia de Jack constituye una bomba de relojería a punto de explotar. Ahora sí, los jóvenes están a punto de acabar bien jodidos (palabras textuales nuestras; no nos quedaba otra).

Schnabel, un audaz recién llegado con un apellido que bien puede darle un pequeño impulso inicial, tiene un futuro brillante por delante. Cualquier acusación de nepotismo, no obstante, no debería siquiera tenerse en cuenta, y es que consigue extraer sólidas interpretaciones tanto de los actores noveles como de los veteranos, maneja el frenesí de los acontecimientos con desparpajo y muestra un gran sentido de la imagen. Su Alto Manhattan constituye una Nueva York totalmente distinta a la de Leonard Bernstein en Maestro —también proyectada en Venecia—, aunque estemos hablando más o menos del mismo barrio. Parece que, para todo aquel que esté dispuesto a ello, aún queda un lado salvaje por explorar.

Pet Shop Days es una coproducción entre Italia, Estados Unidos y el Reino Unido de la que se han encargado MeMo, Twin Productions y Storyteller Productions, en coproducción con Tenderstories, 3 Marys Entertainment y ELA Films. Las ventas internacionales corren a cargo de WME Independent.

(Traducción del inglés)

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