09/09/2023 - VENECIA 2023: El extremadamente prolífico Quentin Dupieux sigue entregándonos trocitos de locura pero empieza a mostrar los primeros signos de cansancio

Las películas de Quentin Dupieux no deberían reseñarse. No tiene ningún sentido. O bien se estropea algo inmediatamente (cosa que esta periodista intentó evitar por todos los medios con Mandíbulas [+lee también:
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entrevista: Quentin Dupieux
ficha de la película], a pesar de que el tema en cuestión era demasiado grande para esconderlo, ni siquiera en el maletero de un coche) o, peor aún, acabas explicando el chiste. Lo que significa que este artículo debería terminar ahora mismo. Pero bueno…

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ficha de la película] recién estrenada en Locarno y Fumar provoca tos [+lee también:
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ficha de la película] dando piruetas poco antes, estamos hablando de una velocidad sobrehumana. Es impresionante, pero también significa que algunas de estas películas estarán necesariamente más pulidas que otras. Daaaaaali! [+lee también:
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ficha de la película], presentada fuera de competición en Venecia, sigue siendo una obra entretenida, y los amantes de las referencias se atragantarán de emoción, pero hay momentos en los que la película avanza por pura inercia.

¿La historia? Bueno, hay algo. En alguna parte. Una aspirante a periodista (Anaïs Demoustier) decide entrevistar a Salvador Dalí (interpretado por mucha gente). Parece una primicia, un trabajo que puede cambiar el rumbo de su carrera (algo que necesita desesperadamente), pero los problemas empiezan a acumularse, hasta que el artista se marcha. Una y otra vez, porque no está contento con la falta de cámaras o con su aspecto natural. Otras personas se suman a la función, hay comentarios sexistas y peticiones absurdas. Y todo sale mal, solo porque es difícil conducir un Rolls-Royce en la playa.

A los periodistas les encantará este concepto, que no es ni la mitad de alocado de lo que pueda parecer: se cuentan leyendas sobre entrevistas que nunca tuvieron lugar, a pesar de esperar durante horas, o de famosos que se marchan a mitad de frase porque el agua no tenía suficiente gas. Dupieux recuerda claramente la parte del agua, pero la lleva a otro universo, uno en el que la lógica se golpea repetidamente en la cabeza con un bastón y luego se lo come.

Cuando Dalí, interpretado por numerosos actores que se refieren a sí mismos en tercera persona y se comprometen con el bigote (entre ellos Jonathan Cohen y Gilles Lellouche), tiene que caminar por el pasillo, el pasillo es interminable. Cuando llueve, llueven perros muertos. Cuando un cura relata un sueño, sus compañeros se dan un festín de gusanos. Todo resulta tan estúpido que acaba siendo confuso, pero lo cierto es que hay algo delicioso en la absoluta estupidez.

A pesar de todo, tenemos la persistente sensación de que esta película podría (y debería) ser mucho más divertida, y algunas secuencias se alargan innecesariamente. Sin embargo, cuando llegamos al final, tras repetidos intentos, al estilo El discreto encanto de la burguesía, se agradece la locura. Como ocurre con todas las películas de Dupieux, hay que verla para creerla. No intentes explicar el chiste.

Escrita, filmada y editada por Quentin Dupieux, Daaaaaali! es una producción de las francesas Atelier de Production y France 3 Cinéma. Kinology se ocupa de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)