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FRANCIA

Crítica: Los buenos profesores

por 

- Thomas Lilti soluciona la ecuación de inteligente reflexión social y comedia humana con una cinta coral sobre los profesores, divertida, instructiva y conmovedora

Crítica: Los buenos profesores
Vincent Lacoste en Los buenos profesores

"Crees que sabes, pero en realidad no. Y lo peor de todo es que no sabes transmitir lo que sabes". Todo el mundo se permite el lujo de hablar sobre el sistema educativo de su país, y con razón, ya que todos han pasado por las aulas. Desde gobiernos hasta medios de comunicación, pasando por padres y madres, todos se ven capaces de poner solución a los problemas de la enseñanza pública, y todo ello con el telón de fondo de la dictadura del informe PISA (caldo de cultivo de constantes manipulaciones) y de un profesorado que se siente a menudo desamparado ante la escasez crónica de recursos para trabajar adecuadamente, un sector de la enseñanza ignorado y despreciado, sumido en un torbellino incesante de falsas buenas ideas de reforma.

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—disponible en los cines franceses a partir de mañana (gracias a Le Pacte)—, que se proyectará próximamente fuera de competición en el 71.º Festival de San Sebastián, Thomas Lilti nos hace partícipes de su mirada humanista sobre la sencilla realidad de los profesores de instituto, y lo lleva a cabo a través de la revelación de su propia perspectiva en torno a sus vidas, que se muestra mediante imágenes de los docentes entre bastidores en las salas de profesores y en su vida privada. Tal y como ya hizo con gran acierto en torno al mundo de la medicina (con Hipócrates [+lee también:
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), Lilti emplea en esta película su particular estilo cinematográfico, un estilo en el que confluyen su precisión a la hora de reflejar la realidad y la atmósfera caracterizada por las emociones a flor de piel (el humor no es una excepción). En una auténtica encrucijada ideal entre el cine de autor y el cine popular, el cineasta consigue una vez más poner sobre la mesa —sin recurrir a la caricatura— una serie de cuestiones sociales de lo más acertadas sobre una profesión a menudo menospreciada. Y no solo eso, sino que, por si fuera poco, todas las respuestas que ofrece son positivas —para quienes sean capaces de verlas, claro está—.

"No todos tienen la suerte que tenéis de tener un profesor". El doctorando Benjamin (Vincent Lacoste) acaba de llegar al Instituto Victor Hugo (un centro "convencional" de los suburbios de París) como profesor sustituto de Matemáticas. Así pues, se incorpora a un agradable claustro de profesores que incluye, entre otros, a Pierre (François Cluzet), Meriem (Adèle Exarchopoulos), Sandrine (Louise Bourgoin) y Fouad (William Lebghil). La película, que pone sobre la mesa desde consejos para que "la clase no se te vaya de las manos" (llevar el pelo corto, llevar gafas, etc.) o para mejorar las clases (servirse de tutoriales de YouTube en lugar de las inadecuadas herramientas que el centro pone a su disposición) hasta temas más espinosos (el dilema en torno a castigar o no a los alumnos que se pasan de la raya, las crisis vocacionales, el peso de una administración que exige al profesorado una serie de tareas que van más allá de sus competencias, etc.), examina con lupa el lugar que ocupa el profesor ("impotencia, fracaso, injusticia, todo forma parte del trabajo") en su entorno profesional. Pero, sobre todo, pone de manifiesto que los profesores son hombres y mujeres como los demás, con vidas fuera del aula, con sentimientos, esperanzas y penas; y muestra que también son padres y madres fuera de la escuela, lo cual no es moco de pavo...

Los buenos profesores pone el foco y ofrece una perspectiva diferente y un contexto amplio sobre el mundo de la docencia. Se trata de una película que escudriña el mundo de hoy a través de este microcosmos y rinde un hermoso homenaje a una profesión injustamente infravalorada en la actualidad. Para ello, Thomas Lilti se apoya en un grupo de actores maravillosos, en un guion bien estructurado (que da cabida a cada uno de sus numerosos personajes y a todas las facetas de la enseñanza que explora) y en su talento para crear empatía y elementos de reflexión de una forma muy viva (a menudo divertida y, en ocasiones, sumamente conmovedora) y en un estado de ánimo deliberadamente optimista ("lo hacemos todo juntos, nos ayudamos los unos a los otros"), y todo esto sin dejar de lado las dificultades que hay que afrontar y superar.

Los buenos profesores ha sido producida por 31 Juin Films y Les Films du Parc, y coproducida por France 2 Cinéma y Le Pacte (que también se encarga de las ventas internacionales).

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(Traducción del francés)


Galería de fotos 30/09/2023: San Sebastián 2023 - A Real Job

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© 2023 Dario Caruso for Cineuropa - @studio.photo.dar, Dario Caruso

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