Crítica: The Tundra Within Me
por Elena Lazic
- En el primer largometraje de la directora noruega Sara Margrethe Oskal, no se puede volver nunca más a casa...

Regresar de la gran ciudad al pequeño pueblo o aldea de origen nunca es un proceso fácil, pero nada podría haber preparado a Lena (Risten Anine Kvernmo Gaup), la protagonista de The Tundra Within Me [+lee también:
tráiler
ficha de la película], para lo que implicaría esta decisión en su vida. Proyectada en la sección Discovery del Festival de Toronto, la ópera prima de la directora noruega Sara Margrethe Oskal es una confrontación franca y honesta con cuestiones de herencia, autenticidad, explotación e identidad.
La película comienza con el traslado temporal de Lena y su hijo pequeño, que regresan a su pueblo natal de Sápmi, en el norte de Noruega. Ambos solían vivir en Oslo y, desde el principio, la madre de Lena se muestra preocupada por el desconocimiento que tiene su nieto de la lengua sami. Esto marca la tónica general de desconfianza a la que tendrá que enfrentarse Lena, que se siente observada por todos en el pueblo, a excepción de Mahtte (Nils Ailu Kemi), un pastor de renos que rápidamente se convierte en algo más que un amigo.
No obstante, como todos los habitantes del pueblo, Mahtte se siente confundido y receloso ante el arte de Lena: unas ilustraciones violentas sobre el lugar que ocupa la mujer en el pastoreo de renos. Para muchos, estos polémicos dibujos parecen criticar sus tradiciones y su modo de vida, transmitidos de generación en generación; para Lena, es una forma positiva de dar voz a las mujeres de esa comunidad. Se trata de un dilema interesante, pero resulta difícil no ponerse del lado de los hostiles lugareños cuando la forma que tiene Lena de enfocar este proyecto es abordar directamente a las pastoras de renos y preguntarles “¿cómo es ser pastora?”, como si estas mujeres hubieran conocido otra vida. Cuando una de ellas responde “¿cómo es para ti ser una mujer artista?”, lo hace de forma brusca, pero no se equivoca al señalar lo extraña e inapropiada que es esa pregunta.
Para alguien que formó parte de esta comunidad (y que también fue pastora de renos, antes de su controvertida decisión de vender todos sus animales, como descubrimos más tarde), Lena parece extrañamente asombrada, demostrando un enfoque sorprendentemente poco sofisticado. La monótona interpretación de Gaupy, así como el aspecto descuidado de la película (sobre todo en los primeros planos) no ayudan a esta situación, llegando a distraernos de la intrigante y compleja cuestión de ser un extraño en tu propia comunidad. Aunque no vemos la vida anterior de Lena en Oslo, podemos imaginar que también se sentía como una extranjera en la ciudad, de ahí su decisión de volver. ¿O acaso decide regresar simplemente para explotar su origen “exótico” y luego alardear de ello en su trabajo? La propia Lena apenas parece darse cuenta de esta dinámica, pero observamos ecos en el personaje de Mahtte, que comienza a sentir la tentación de abandonar la difícil vida de pastor. Aunque trabaja duro cuidando de los animales (y las mejores partes de la película son las que nos muestran esta relación), todavía no le han nombrado responsable del rebaño familiar. Hay muchos indicios de que el romance entre él y Lena podría basarse únicamente en la frustración que sienten ambos, cada uno en busca de una validación temporal, y que sus diferentes ambiciones y perspectivas les llevarían finalmente a separarse. The Tundra Within Me opta por una perspectiva más convencional y sincera que no llega a convencer, pero su exploración de ideas complejas en torno al lugar que ocupa una persona en su comunidad hacen que la película merezca la pena.
The Tundra Within Me es una producción de la noruega Freedom From Fear stories.
(Traducción del inglés)
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