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TORONTO 2023 Platform

Crítica: Shame on Dry Land

por 

- Malta es un refugio para los ricos y su vertedero moral en el atmosférico thriller del sueco Axel Petersén

Crítica: Shame on Dry Land
Joel Spira en Shame on Dry Land

Un hombre baja de un carguero en algún lugar de una ciudad portuaria. Su gorra y sus movimientos furtivos dificultan a la cámara la labor de capturar las imágenes del hombre moviéndose por las calles de la nocturna ciudad. De forma muy sospechosa, compra una tarjeta SIM y un teléfono móvil, como si quisiera no dejar ningún rastro de sus movimientos. ¿En qué siniestro negocio está a punto de meterse? En el taxi, ignora al charlatán conductor, con la mente aparentemente concentrada en el trabajo que tiene que llevar a cabo. Pero, ¿de qué se trata? La tensión es máxima cuando por fin se encuentra con su objetivo: el hombre al que visita se queda patidifuso al verlo en el exterior de aquella casa de campo de Malta. "Por favor, perdóname", dice el hombre de la gorra, y nos esperamos lo peor. Pero no, resulta que se trata de dos viejos amigos.

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Pronto descubrimos que Dimman (Joel Spira), el inesperado invitado, fue socio de Fredrik (Christopher Wagelin) ocho años antes de desaparecer de la faz de la tierra cuando salió a la luz que la empresa de ambos no era más que un fraude. Como el suceso cogió desprevenido a Frederik, no le quedó más remedio que sufrir las consecuencias en solitario. Pero, ¿qué clase de estafador pediría perdón? Shame on Dry Land [+lee también:
tráiler
entrevista: Axel Petersén
ficha de la película
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, de Axel Petersén, que ha sido presentada en la sección Platform del Festival de Toronto, constituye un fascinante y oscuro retrato psicológico de las personas que desarrollan su actividad en el permisivo mundo de los negocios ilegales —aunque "ilegales" se queda corto—. Además de hacer las paces con su amigo, Dimman está en Malta para devolver un favor a Kiki (Jacqueline Ramel), una rica benefactora que le ha encargado la misión de seguir a un misterioso hombre que dice ser un investigador internacional de fraudes. Como todos los demás personajes mencionados, este desconocido es sueco, y aunque la Malta que vemos a través de sus ojos es hermosa, también parece un patio de recreo ideal para los ricos y delincuentes internacionales. Petersén y el director de fotografía Josua Enblom no pierden de vista este contraste en ningún momento: el ambiente de lujo y relajación de Malta convierte al país en un destino de vacaciones de postal al tiempo que hace que se trate de una tapadera óptima para negocios turbios, chantajes violentos, amenazas y explotación. El resultado es una película fascinante que nos mantiene pegados a la pantalla en todo momento, y todo ello a pesar de que la crueldad que se exhibe nos repugne cada vez más.

El frenético estilo visual, con la cámara persiguiendo al protagonista y los cortes bruscos haciéndose eco de la brutal realidad tras los atardeceres y los trajes de lino, le da un aire de thriller. Asimismo —y sobre todo—, este estilo también constituye una lente a través de la que observar la mentalidad de un Dimman que no es precisamente un tipo espabilado. Su desesperación por obtener la absolución se traduce en una enorme y constante ansiedad. Sin embargo, está claro que sabe lo que hace cuando sigue al desconocido. Este es el sutil y elegante método que emplea Petersén para dejar entrever tanto el pasado de su personaje como la forma en que ha cambiado y sigue cambiando: su nerviosismo da a entender que realmente se siente culpable, pero también que admitir la culpa y asumir la responsabilidad es una experiencia totalmente nueva para él. Shame on Dry Land muestra la ilegalidad de altos vuelos como una forma de vida que termina por afectar a la psique: ¿a qué puede aferrarse alguien que puede pasar de ser rico a arruinarse en un instante (el nuevo negocio de Frederik gira en torno al póquer online), trasladarse de país en país sin cambiar sus hábitos (Kiki recorre el mundo en su velero, pero siempre se encuentra con los mismos suecos ricos), y tener amigos que se convierten en enemigos de la noche a la mañana? Spira interpreta a Dimman como si se estuviera ahogando, paranoico e incapaz de creer en nada ni en nadie. El perdón de un Frederik al que arruinó por completo es lo único que podría proporcionarle de vuelta una tierra firme (dry land, en inglés) bajo sus pies. Petersén elabora un thriller ajustado y envolvente que recuerda al cine neo-noir estadounidense de los años 70 por la forma en que utiliza la historia de un crimen para indagar en la constitución moral y psicológica de un protagonista creado por un entorno con el que está en desacuerdo.

Shame on Dry Land ha sido producida por la maltesa Pellikola y las suecas Fedra, Film Stockholm y Sveriges Television AB - SVT. Las ventas internacionales corren a cargo de LevelK.

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(Traducción del inglés)

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