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SEMINCI 2023

Crítica: Teresa

por 

- Paula Ortiz vuelve a derrochar esteticismo con su nueva película, repleta de diálogos intensos y visiones alucinantes de la santa

Crítica: Teresa
Asier Etxeandía y Blanca Portillo en Teresa

Hace ocho años sorprendió en el Festival de San Sebastián –y en otros por donde desfiló– el segundo film de Paula Ortiz, cineasta zaragozana formada en la literatura que había debutado en la dirección de largometrajes con De tu ventana a la mía [+lee también:
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: se titulaba La novia [+lee también:
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entrevista: Paula Ortiz
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y con él adaptaba Bodas de sangre del gran Federico García Lorca con mucho lirismo, una asombrosa puesta en escena y la complicidad de intérpretes como Inma Cuesta, Álex García y Asier Etxeandía. Este último actor protagoniza su cuarto largo de ficción, Teresa, de nuevo una adaptación de un texto previo, en este caso de La lengua en pedazos, del dramaturgo Juan Mayorga (basado en El libro de la vida, escrito por Santa Teresa de Jesús), y, otra vez, derrochando esteticismo, efectismo y poesía. Su estreno mundial ha tenido lugar dentro de la sección oficial, fuera de concurso, de la 68.ª Seminci - Semana Internacional de Cine de Valladolid, y su estreno internacional tendrá lugar en la competición del próximo Festival Black Nights de Tallin.

Pero en esta ocasión es Blanca Portillo la coprotagonista, una actriz (una de las Espigas de Honor en esta edición de la Seminci) que mantiene una estrecha relación amistosa con Etxeandía desde que hace años protagonizaron una postmoderna versión teatral de Las amistades peligrosas. Como en aquella obra, ambos intérpretes se enfrentan –ataviados con trajes de época– en un duelo actoral y verbal de altos vuelos, donde despliegan todo un abanico de emociones, discusiones y palabrería.

Precisamente ese exceso de verborrea con terminología y recitación propias del siglo XVI espesa esta pieza que no disimula su origen teatral, aunque numerosas de sus escenas se hayan filmado en luminosos exteriores. Narra cómo la monja, escritora, mística y fundadora de la Orden de los Carmelitas Descalzos recibe la visita de un inquisidor que cuestiona sus obras y fe. Así, entre ambos se establece una intensa batalla dialéctica de más de 90 minutos, aliñada con imágenes que se mueven entre el surrealismo y lo recordado.

El film se convierte, según avanza esa conversación, en un manifiesto sobre la rebeldía, el tesón y la duda, tema central de este ejercicio visual que se vuelca más en la belleza estética de sus planos (en algunos participa, como joven Teresa, la actriz Greta Fernández) que en lograr que sus diálogos cargados de simbolismos, giros y metáforas resulten accesibles y atractivos para el público contemporáneo, porque no siempre lo que funciona sobre las tablas y bajo los focos de un escenario teatral consigue mantener su encanto intacto ante una cámara de cine.

Igual que sucedía en La novia (o en su reciente estreno Al otro lado del río y entre los árboles, película que transcurre en Venecia), Ortiz vuelve a fotografiar bellas localizaciones para ambientar la vida monacal de la protagonista, así como para ubicar esas visiones alucinantes y alucinadas que no sólo la acercaban a su dios, sino también a su más feroz enemigo: la fragilidad implícita en toda creencia y fe.

Teresa es una película española de La lengua en pedazos A.I.E., Bluebird Films e Inicia Films, en coproducción con la compañía lusa Nu Boyana Portugal. Filmax la vende al extranjero y Bteam Pictures la estrenará en cines españoles el 24 de noviembre.

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