17/11/2023 - El nuevo drama familiar del director rumano Călin Peter Netzer muestra cómo las duras realidades comunistas aún envenenan el presente

Tras hacerse con el Oso de Oro de la Berlinale en 2012 con Madre e hijo [+lee también:
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entrevista: Calin Peter Netzer
ficha de la película] y recibir en 2017 el Oso de Plata a la mejor contribución artística (por el montaje de Dana Bunescu) con Ana, mon amour [+lee también:
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entrevista: Călin Peter Netzer
ficha de la película], el director rumano Călin Peter Netzer vuelve a la palestra con la que quizá sea su película más personal hasta la fecha, Familiar [+lee también:
entrevista: Călin Peter Netzer
ficha de la película], que acaba de estrenarse a nivel mundial en la competición principal del Festival Black Nights de Tallin.

El guion, escrito por Netzer junto con Iulia Lumânare, gira en torno a Dragoş (un Emanuel Pârvu con la barba afeitada tras su excelente papel en Miracle [+lee también:
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entrevista: Bogdan George Apetri
ficha de la película], de Bogdan George Apetri), un director de cine obsesionado con su nuevo proyecto cinematográfico, que consiste en una historia sobre las complicadas circunstancias de la emigración de sus padres a Alemania en la década de 1980. Los archivos de la Securitate sobre sus padres, así como las relaciones de su madre (Ana Ciontea) con un hombre que desempeñó un papel importante en este proceso de emigración, amenazan con arrojar a Dragoş a un camino de descubrimientos que podría hacerle perder incluso lo poco que tiene.

Uno de los logros más meritorios de la película reside en la exploración de las circunstancias que cambiaron para siempre la sociedad rumana durante las dos últimas décadas del comunismo: más de 200.000 personas de origen étnico alemán fueron vendidas por Rumanía a Alemania Occidental. Netzer, no obstante, no centra su atención en el panorama más amplio de la historia —que se explora en el revelador documental Trading Germans [+lee también:
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ficha de la película], de Răzvan Georgescu—, sino en las historias personales de sus personajes —basados en parte en su propia familia—, que constituyen una prueba irrefutable de que el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla.

Lo último que un crítico debería exigir a una película de arte y ensayo es que tenga personajes agradables, pero está claro que Familiar no da tregua en este aspecto, ya que llena la pantalla de agresividad, histeria y subterfugios. La película muestra cómo Dragoş se enzarza en una violenta discusión con su padre (Adrian Titieni) y no hace más que gritar obscenidades a su madre y maltratar a su ex amante, Ilinca (Lumânare), una actriz cuya participación en el nuevo proyecto hace que salten chispas entre ella y Alina (Victoria Moraru), la modelo trotamundos que Dragoş tiene por novia. Aunque hay ciertos momentos en los que Dragoş se da cuenta de que este comportamiento puede hacer que peligren sus posibilidades de ser feliz algún día, estas tomas de consciencia parecen llegar demasiado tarde, en un momento en el que el público ya ha perdido el interés por el despreciable personaje. Ni el talento interpretativo de Pârvu consigue salvar a Dragoş de seguir siendo un personaje unívoco e irredimible, una lente tan oscura que provoca rechazo la hora de mirar a través de ella, incluso aunque lo que pueda ofrecer sea en realidad una historia interesante y convincente.

La película es ambiciosa e intrigante en su esfuerzo por demostrar que la claridad es importante para nuestro bienestar mental, y que la honestidad —más que el engaño— constituye la base de toda relación sana. El largometraje da a entender que, atrapado entre su historia familiar y su ambición por idear una nueva película que cimente su reputación como director importante, Dragoş tiene derecho a sentirse abrumado por todo lo que está ocurriendo. Sin embargo, y pesar de todo esto, un enfoque más matizado de un personaje tan prometedor como Dragoş no habría estado de más.

Familiar ha sido producida por Parada Film (Rumanía) y coproducida por Cinéma Defacto (Francia), Gaïjin (Francia), Volos Films (Taiwán) y The East Company Productions (Rumanía). Las ventas internacionales corren a cargo de Beta Cinema. Parada Film estrenará la película en Rumanía a finales de enero de 2024.

(Traducción del inglés)