email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

SOLEURA 2024

Crítica: O vento assobiando nas gruas

por 

- Diecisiete años después de su último largometraje, Jeanne Waltz vuelve a hablarnos de mujeres complejas e intrigantes que desafían las categorías

Crítica: O vento assobiando nas gruas
Milton Lopes y Rita Cabaço en O vento assobiando nas gruas

O vento assobiando nas gruas, la nueva película de Jeanne Waltz, que está ambientada en una Portugal —concretamente en el Algarve— con la que la cineasta está muy familiarizada tras más 30 años viviendo allí, constituye una adaptación de la novela homónima de la escritora portuguesa Lídia Jorge. La protagonista de la película es Milene (interpretada con gran intensidad por Rita Cabaço), una chica dinámica, libre y soñadora que, a pesar de una ligera discapacidad intelectual y gracias al apoyo de su protectora abuela, nunca ha tenido ningún problema a la hora de vivir la vida a su manera. El largometraje, que se ha estrenado a nivel mundial en las Jornadas de Soleura —donde compite por el Prix de Soleure—, muestra tanto la riqueza como la complejidad cultural y social de Portugal, un país aún profundamente marcado por su pasado colonial. La mirada desprovista de prejuicios y libre de construcciones sociales estériles que Milene proyecta sobre la realidad que la rodea no hace otra cosa que enriquecerla con un carácter lúdico que resulta cuando menos reconfortante.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Corre el año 1992, y la abuela de Milene muere de forma repentina, de manera que la protagonista se queda sola en la casa grande y destartalada donde siempre vivieron las dos juntas. Milene, que denota cierta desorientación a la par que determinación por no dejarse controlar por unos parientes que siempre la han considerado una carga, decide acudir a la fábrica abandonada que perteneció a su familia burguesa con el fin de comprender quién era realmente su abuela. De hecho, fue ella quien decidió dejar la fábrica al padre de Milene, quien más tarde la confió a los trabajadores que, pagando un alquiler regular, decidieron vivir allí. Esta decisión desató las protestas de los hermanos y hermanas del padre de Milene, que, no obstante, no tuvieron el valor de desalojar a toda una familia: los Mata.

Milene descubre toda una cultura —la de Cabo Verde— a la que se adhiere casi instantáneamente en el interior de la fábrica, que a su vez constituía el lugar al que la abuela acudía a menudo en busca de la libertad de la que carecía en su propia vida. La independencia que Milene adquiere en la fábrica la va distanciando progresivamente de su familia "real", formada por unos tíos y tías que se muestran cada vez más molestos e intentan —no sin cierta vergüenza— reducir al mínimo los daños que la situación de la protagonista les pueda causar. Desde luego, nunca imaginaron que su molesta sobrina pudiera enamorarse y decidir casarse con un trabajador de Cabo Verde. La cuestión a la que se enfrenta ahora la familia es: ¿cómo podrán hacer para detener semejante abominación sin convertirse en monstruos? Su reticencia no se basa precisamente en ningún escrúpulo de consciencia, sino en la necesidad de guardar las apariencias.

A través de la protagonista, la directora nos insta a considerar la realidad desde la "otra" perspectiva, desde un punto de vista más sincero y profundo con el que no se encierra a las personas en categorías sociales preconcebidas. La libertad, la espontaneidad y la franqueza que distinguen a Milene nos instan a cuestionar el concepto de "feminidad", quizá una de las categorías más asfixiantes. La cuestión de la maternidad, en relación con la salud mental, remite a épocas oscuras y desgraciadamente no tan lejanas en las que se dejaba al margen a las personas consideradas no aptas para acceder a las altas esferas de la procreación.

Aunque no cabe duda de que la creíble y precisa interpretación de Rita Cabaço es digna de mención, resulta inevitable preguntarse por qué se ha escogido a una actriz no discapacitada para interpretar el papel de Milene. Dicho esto, el hecho de darle visibilidad a personas —y especialmente a mujeres— que se desvían de la norma sigue siendo sin duda una actitud que hay que fomentar.

O vento assobiando nas gruas ha sido producida por la portuguesa C.R.I.M. Produções Audiovisuais junto con la suiza Box Productions, RTS Radio Télévision Suisse y RTP Radio televisão de Portugal. Las ventas internacionales corren a cargo de la francesa Urban Sales.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del italiano)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy