07/02/2024 - La cinta de Benjamin Ree, premiada en Göteborg y en Sundance, es inspiradora y alegre, y podría convertirse en uno de los títulos más queridos por el público del año

Es fácil imaginar a muchos espectadores acercándose a Ibelin [+lee también:
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ficha de la película] con cautela, temerosos de enfrentarse al tipo de experiencia desgarradora que los documentales están tan dispuestos a ofrecer. Sin embargo, la película de Benjamin Ree, que ya ha sido premiada en Sundance (ver la noticia) y en Göteborg, ofrece un relato edificante y alegre.

Durante un tiempo, resulta difícil explicar por qué, ya que todo empieza con un funeral. Mats Steen, diagnosticado con una enfermedad muscular degenerativa, fallece a los 25 años. Su familia está destrozada: han perdido a un hijo, pero también están convencidos de que la vida le pasó por encima. No obstante, cuando comparten la noticia en su blog, se dan cuenta de que en realidad había vivido (y amado) en Internet, y que mucha gente está agradecida por haberle conocido.

La decisión de Ree de abandonar literalmente este mundo tras un comienzo bastante directo y trasladarnos al juego de rol World of Warcraft es brillante. De hecho, no hay otra forma de entender la comunidad de Mats y la libertad que le proporcionó. A medida que el documental se transforma en una cinta de animación, recreada a partir de archivos en línea, no solo llegamos a ver una existencia alternativa, sino que nos sumergimos completamente en ella. Por primera vez, Mats (conocido como el noble “Ibelin”, un hombre alto y apuesto con una impresionante coleta) no estaba confinado: era libre de moverse, ligar y dar consejos.

Al contactar con sus amigos virtuales, Ree demuestra que esas conexiones eran reales (o casi). Las conversaciones que mantenían con Mats, aunque importantes e incluso transformadoras, eran sinceras hasta cierto punto. Es fácil entender por qué. El joven encontró un lugar donde podía ser otra persona, donde podía ser “normal”. ¿Por qué romper la ilusión? ¿Por qué arriesgarse al rechazo abriéndose por completo? ¿Por qué no seguir con la fantasía, persiguiendo monstruos y ligando con chicas guapas? Esta podría ser la parte más dolorosa de la historia, además de sorprendentemente universal: ¿quiero que la gente me admire o quiero que me conozcan?

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crítica
ficha de la película], el miedo a ser descubierto conduce a todo tipo de actos impíos. En Ibelin, es algo que hay que superar para crecer de verdad. Hay momentos en los que resulta obvio que los lazos forjados en el juego podrían hacerse aún más fuertes, pero es entonces cuando Mats traza la línea. Hablando de sorpresas: en medio de todos los discursos que advierten a la gente, especialmente a los adolescentes, de los peligros de sumergirse en el mundo online, esta película hace precisamente eso y emerge valorando la honestidad por encima de todo.

También en lo que se refiere a su protagonista, que puede pasar de ser un sabio, capaz de ayudar a una madre y a su hijo a arreglar su relación, a un niño herido, con tanto miedo al rechazo que prefiere alejarse de la gente. Ree define su película como una “historia de paso a la madurez”, y no se equivoca: Mats comete errores y aprende de ellos, como todo el mundo. Simplemente, lo hace todo dentro de los confines de su habitación.

Tras el estreno de la película puede surgir una conversación interesante alrededor de los temas que trata. Aunque la situación de Mats era obviamente muy específica, las comunidades de jugadores se sentirán reivindicadas. El hecho de estar solo en casa no significa sentirse solo. Estar en línea no significa que lo que vives no sea real. Ibelin es una clase magistral sobre cómo contar historias difíciles y lograr que resulten amenas para el público.

Ibelin es una producción de Medieoperatørene, coproducida por Hans Andreas Fay. Autlook Filmsales se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)