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BERLINALE 2024 Generation

Crítica: Last Swim

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- BERLINALE 2024: Un grupo de estudiantes londinenses que acaban de finalizar la escuela se enfrentan al primer día del resto de sus vidas en el sólido debut de Sasha Nathwani

Crítica: Last Swim
Deba Hekmat en Last Swim

Ya desde su secuencia inicial, que transcurre en los pasillos de una imponente universidad del Reino Unido, Last Swim [+lee también:
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se percibe como un reflejo positivo e involuntario en respuesta a la polémica Saltburn [+lee también:
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del año pasado, ya que ambos films están protagonizados por adolescentes sobrados de ego. Pero mientras que Saltburn propone un mundo maniqueísta movido por impulsos juveniles que solo sirven para imponer la voluntad de uno, Last Swim muestra unos personajes que te empujarán a un lado en la calle, pero únicamente porque un amigo podría necesitar ayuda más adelante.

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Dirigida por el profesional del videoclip y prometedor cineasta Sasha Nathwani, Last Swim, estrenada en la velada inaugural de la sección Generation de la Berlinale, no se preocupa por ofrecer una trama enrevesada o que busque trasmitir las emociones de una época. El film se limita a plantear un conflicto sencillo, pero grave a la vez, y tan solo concede 24 horas a los personajes para explorarlo. Personajes llenos de problemas y con personalidades que se antojan sorprendentemente reales. Hablemos sobre Ziba (Deba Hekmat), nuestra heroína: la más brillante de sus compañeros, la que mejores resultados obtiene y cuenta con una plaza garantizada para estudiar Física en una buena universidad. Llegado “el día de las notas” (un antes y un después en la vida de los adolescentes del Reino Unido), Ziba debería sentirse como si hubiese conquistado el mundo. No obstante, una grave enfermedad contra la cual se está tratando, probablemente cáncer, hace que ahora asuntos como las notas parezcan tan diminutos como las leyes cuánticas que tanto le fascinan.

Sin embargo, su raro y poco realista, pero de buen corazón, grupo de compañeros, no comparte su interés. Sus años de educación son, resumiéndolo en una palabra, historia. Por tanto, Ziba se sentirá extraña, fuera de la realidad, con un prometedor futuro en peligro de morir antes de nacer. Malcom (Denzel Baidoo), el amigo de un amigo que acabará por unirse al grupo también conoce el sabor de los sueños rotos, pues es expulsado de un equipo de fútbol profesional. Éste comunicará la noticia a su madre delante de una cada vez más enamorada Ziba que decidirá acompañarlo a casa.

Aunque muchos espectadores ya no se sentirán identificados con la edad de los protagonistas (si bien el tono joven adulto del film es un reclamo verdaderamente fuerte), este melodrama adolescente pega realmente fuerte. Nathwani y su coguionista, Helen Simmons, traspiran genuinamente la esencia de esa edad y la trasladan a un contexto geográfico: un Londres oportunamente retratado como “la metrópolis por excelencia”, capaz de generar un ritmo de vida realmente espontáneo.

A pesar de la lucha de Ziba contra la mortalidad, Nathwani y Simmons optan por redimirse en un inspirador final: aunque pasean al límite de un abismo existencial, no abandonarán al espectador en ese punto. En sintonía con el espíritu de camaradería instantánea habitual en los jóvenes, ese que permite no sentir el pinchazo de la responsabilidad de una amistad duradera cuando se acaba de conocer a alguien, Last Swim se puede percibir como una rebanada de vida pequeña y poco nutritiva. Aunque cuando echamos la vista atrás y recordamos una temprana secuencia en lo que parece ser el oeste de Londres y vemos a Ziba insistiendo sin parar a sus colegas para comer un particular falafel, vendido en un quiosco aún más particular, la trágica ironía hace presencia para recordar que podría estar a punto de tomar su última gran comida, siempre rodeada de sus amigos, los cuales parecen no entender la importancia de la situación. He aquí la prueba de que estamos ante un director prometedor, de carácter pragmático y comprometido con sus personajes.

Last Swim es una producción británica, producida por Caviar y Pablo and Zeus. Indie Sales se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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