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BERLINALE 2024 Encounters

Crítica: Some Rain Must Fall

por 

- BERLINALE 2024: El primer largometraje de Qiu Yang es un críptico estudio de personaje que permite tantas interpretaciones como espectadores haya, a quienes su calidad mantendrá atentos

Crítica: Some Rain Must Fall
Yu Aier en Some Rain Must Fall

Para muchos espectadores, la primera obra del director chino Qiu Yang, Some Rain Must Fall, que acaba de ser estrenada mundialmente en la sección Encounters de la Berlinale, solo comenzará cuando ya haya terminado. Hace falta un extraño incidente para que la heroína de la película empiece a desvelar poco a poco las capas de su pasado y los aspectos ocultos de su personalidad. Con una atmósfera discreta, sutilmente ambigua y a veces misteriosa, es una pieza inquietante para los conocedores del cine desafiante y críptico.

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Cai (Yu Aier), de mediana edad, es un ama de casa de una familia que pertenece a la nueva clase media “ascendente” de China. Se está divorciando de su marido, un frío hombre de negocios llamado Ding (Wei Yibo), y está cuidando de su suegra enferma (Cao Yuqiang); y, un día, cuando va a recoger a su hija adolescente Lin (Di Shike) después de un partido de baloncesto de la escuela, hiere accidentalmente a una de las abuelas de un compañero de clase, la cual termina en el hospital.

Lentamente, Yang empieza a desarrollar el personaje de Cai a través de dinámicas familiares y relaciones sociales. Su marido e incluso ella, hasta cierto punto, se creen mejores que la familia del chico, Ding los llama “malditos campesinos” y Cai le dice a Lin que se mantenga alejada del chico, ya que “él no es uno de nosotros”. En algún momento, la chica lo trae a casa después de que su familia lo echara. Y como guinda del pastel, Lin no quiere jugar en el equipo de baloncesto del colegio, lo que le restará puntos para su admisión en la universidad, un símbolo de estatus para sus padres. Mientras tanto, Cai empieza a ser el objetivo de extraños ataques: alguien lanza barro a su coche o intenta robarle la comida del maletero.

Mientras se acerca el cumpleaños de la suegra, nos damos cuenta de que puede haber algo más entre el amo llaves (Gu Tingxiu) y Cai, pero como la mayoría de los aspectos de la narrativa, es tan sutil que no podemos estar seguros de lo que hemos visto. Su relación con su cuerpo y su sexualidad es, sin duda alguna, un punto doloroso y complejo, pero también permanece opaco.

Indudablemente, Cai está sufriendo y se culpa a sí misma; de qué, exactamente, no lo sabemos. Está preocupada por la mujer mayor que ha herido, pero las verdaderas razones de esto puede que vengan de su pasado, y solo vamos a obtener trocitos de ellas, sin estar seguros de poder confiar en ellos.

Los aspectos clave que dan forma a la película, a parte del críptico guion de Yang, son la fotografía de la directora de fotografía alemana Constanze Schmit, las localizaciones y el etalonaje. Grabada en formato 4:3, los personajes están alejados de la cámara, siempre fija o panorámica, cortados por marcos de puertas o ventanas. Cuando están más cerca, normalmente solo vemos un tercio de su cara. Esto puede significar una falta de conexión emocional, pero el resultado dependerá una vez más del espectador.

Una tonalidad amarilla domina la película, ya sea por la iluminación de la calle o las lámparas del piso de la familia. Un cierto tono gris azulado predomina en las escenas de los espacios liminales, como el gimnasio del colegio o los pasillos del hospital. El diseño de la música y el sonido es exclusivamente diegético, una elección que claramente tenía la intención de permitir al público tener su propia interpretación del personaje y la historia de vida de Cai.

Hay algunos aspectos que sugieren que Cai no es un personaje principal fiable, pero para el espectador interesado, y la gran calidad de la película que invita a permanecer en ella, jugar con estas cuestiones sin duda merecerá la pena.

Some Rain Must Fall es una coproducción entre la singapurense Wild Grass Films, la francesa Why Not Productions, la americana Cinema Inutile y la británica Good Chaos. Goodfellas tiene los derechos internacionales.

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(Traducción del inglés por Joanna Sánchez Moya)

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