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BERLINALE 2024 Panorama

Crítica: Andrea Gets a Divorce

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- BERLINALE 2024: La tragicomedia de Josef Hader narra la historia de una policía de un pueblo que aspira a convertirse en algo más, mientras se encuentra con obstáculos inesperados

Crítica: Andrea Gets a Divorce
Josef Hader y Birgit Minichmayr en Andrea Gets a Divorce

Siete años después de participar en la competición con su debut como director, Wild Mouse [+lee también:
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, Josef Hader vuelve a la sección Panorama de la Berlinale, con su segundo largometraje, Andrea Gets a Divorce [+lee también:
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. Esta vez asumiendo el papel secundario, al contrario que cuando interpretó el papel principal en su debut, relata con un acertado sentido de la vida pueblerina las dificultades y los retos a lo que se enfrenta una oficial de policía femenina.

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Andrea (Birgit Minichmayr) es una especie de pistolero, una isla en un mar de curiosos habitantes de campo, en un sitio donde, como su compañero Georg (Thomas Schubert) suele decir “las mujeres se van y los hombres se hacen cada vez más raros”. Un ejemplo excelente de este tipo de persona extraña es el que pronto va a ser su exmarido, Andy (Thomas Stipsits). En una ciudad en la que hay poco que conseguir y que el único entretenimiento que se pueda encontrar está en el pub local, él simplemente se establece mientras que Andrea tiene ansias de más. Hader ha desarrollado un estilo visual más distinguido desde 2017, que enmarca la remota aldea como un lote de casas destartaladas en un mar de campos verdes y marrones, por el que discurren las carreteras rurales como si fueran arterias o venas, un salvavidas para lo que hay más allá.

Aquí es donde Andrea mata el tiempo atrapando infracciones del límite de velocidad, comprobando el correcto almacenamiento de armas o, trágicamente, observando la torre de vacas muertas de un establo después de su muerte. El éxodo de la vida rural, especialmente en la región norte subdesarrollada, no es un fenómeno reciente y personas como Andy están satisfechas con del de los que se quedan. Andrea, sin embargo, quiere transferirse a la capital de la región, Saint Pölten. Es pequeña pero aún así representa un cambio de ritmo total para alguien que pone multas por superar el límite de velocidad a sus amigas de la escuela primaria y a quien le tiran la caña los compañeros de su propio ex, ya que la escena de citas no ofrece mucha sangre fresca.

Cuando Andrea atropella sin querer a un Andy borracho en la calle con su coche, el pobre diablo muere en el acto. Tener antecedentes penales no va a favorecer a Andrea, y su traslado a Saint Pölten corre peligro. Por lo que hace una cosa que ninguna representante honesta de la ley debería hacer, darse a la fuga. Pero su preocupación por ser identificada se desvanece cuando, para su sorpresa, el profesor local de religión Franz (Josef Hader) se identifica como el agresor. Un alcohólico que ha estado sobrio durante los últimos cinco, empieza cae de vuelta en una espiral de beber e ir a fiestas en exceso; todo esto mientras Andrea intenta tapar sus huellas y empieza a tener un sentimiento de culpa.

Hader se abstiene de lanzar una mirada típicamente urbana sobre sus personajes y su vida, no tan idílica pero sí muy asentada. No cae en la trampa de usar chiclés que ya están quemados, como verlos como si fueran estúpidos y lentos pueblerinos; en su lugar, deja traslucir una estratificación más compleja. Se trata de una comunidad muy unida, en la que dependen unos de otros. Pero también le tienen miedo a lo desconocido, es un lugar en el que la gente tiene pistolas y en el que los refugiados son el peor escenario de terror, aunque lo más probable sea que ninguno de los residentes haya visto uno nunca.

Los momentos más pesados y profundos se mezclan bien con los matices más cómicos que Hader consigue entretejer en el guion; que es un testimonio de su sensibilidad a la hora de contar historias. Después de todo, las épocas trágicas y las más sanas suelen ir de la mano en la vida. Andrea Gets a Divorce puede parecer a veces un poco banal, pero tiene cosas que contar si miras más allá de la comedia superficial.

Andrea Gets a Divorce ha sido producida por Wega Film Produktion (Austria) y la vende internacionalmente Pluto Film.

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(Traducción del inglés por Joanna Sánchez Moya)

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