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VISIONS DU RÉEL 2024

Crítica: Les Miennes

por 

- Samira El Mouzghibati presenta su primer largometraje documental, un retrato familiar dedicado a las mujeres de su vida (su madre y sus hermanas) que se hace preguntas sobre el lazo maternal

Crítica: Les Miennes

No se nace siendo madre; es algo que se ha de aprender. En Les Miennes [+lee también:
entrevista: Samira El Mouzghibati
ficha de la película
]
, el primer largometraje documental en primera persona de Samira El Mouzghibati, que ha sido seleccionado en la sección Burning Lights del Visions du Réel, la cineasta se centra en la delicada cuestión del vínculo materno. Todo comienza con una llamada telefónica que acaba convirtiéndose en una discusión, una amenaza de cortar el contacto y, finalmente, el distanciamiento aparentemente insalvable entre una madre y su hija. Lo siguiente es una reunión familiar en la que las hijas y el marido invitan a la madre a decir lo que siente, pero esta no logra encontrar las palabras adecuadas. No se siente capaz de verbalizar la carencia que parece oscurecer sus días. La realidad es que el diálogo intergeneracional parece haber muerto en esta familia.

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"Soy la más joven, me criaron mis hermanas", explica la directora. Se trata de cuatro hermanas y otras tantas perspectivas de lo que implica convertirse en mujer. Una de ellas se casó demasiado joven, otra está libre y la tercera está divorciada, pero todas flaquean en la cuestión de la familia. Hasta cierto punto, es su sororidad lo que las salva —o, por lo menos, lo que las mantiene a flote—. Así que un día, Samira decide sacar su cámara y empezar a grabar las conversaciones que mantienen: "La familia ocupa un lugar muy importante en mi corazón, pero no le doy suficiente importancia en mi vida, y tengo la sensación de que acabaré arrepintiéndome".

El documental podría haberse llamado perfectamente Cómo conocí a mi madre. La cineasta relata con delicadeza la llegada de su madre a Bélgica, cuando acababa de casarse con uno de sus primos (el padre de Samira), que quería que ella se integrara. La llevó al cine, pero lo que vio allí —guerra y amor libre— le repugnó. Así pues, eligió su propio camino: el de la religión y la modestia. Y es ahí donde encontró su libertad, quizá también gracias a su matrimonio, que probablemente fue feliz, al fin y al cabo. A Samira y a sus hermanas les llevó mucho tiempo identificar esta libertad, que sigue siendo la columna vertebral de sus vidas, y comprender que, a su manera, es también lo que su madre les transmitió. La película explora meticulosamente los viajes de estas mujeres desarraigadas, que probablemente añorarán su tierra natal durante el resto de sus vidas.

Al mismo tiempo, no obstante, la película da testimonio también de la improbable liberación —a los 50 años— de la hermana mayor, a la que obligaron a casarse cuando aún era una adolescente. Este tipo de zonas grises son las que sondea la cineasta: cómo se puede amar a una hija y, al mismo tiempo, dar luz verde a que viva una vida de sufrimiento y frustración. En este sentido, se desarrolla una lección de aceptación que conduce a una posible reconciliación. En las conversaciones entre ellas, las hermanas hablan de "tu" madre en lugar de "mi" madre. Pero a través de sus muchos momentos de suspense, la película se convierte en una herramienta de redención, y prueba de ello es el momento en el que Yuma se convierte finalmente en "mi" madre para Samira y sus hermanas.

Les Miennes ha sido producida por Michigan Films (Bélgica), Pivonka Production (Francia) y Visualantics (Bélgica).

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(Traducción del francés)

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