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GOEAST 2024

Crítica: Processes

por 

- La oscura sátira de Andrei Kashperski esboza el panorama político de la Bielorrusia de hoy, un país dividido entre dictadura, el absurdo de su día a día y silenciosa reticencia

Crítica: Processes

La represión soviética, por imperfecta que fuera, tendía a cultivar un sentido del humor que podía manifestarse incluso en tiempos oscuros, haciendo reír a personas de toda condición. Esta característica única contribuyó a dar forma a una cultura local ampliamente reconocible marcada por el absurdo cotidiano, que impregnó también el cine, una tendencia notable incluso durante el “deshielo” cultural de mediados de la década de 1950, bajo el gobierno de Jrushchov, y que siguió desafiando a los regímenes totalitarios con narrativas alternativas hasta la era postsoviética actual en sus distintos territorios. En este sentido, Processes, de Andrei Kashperski, proyectada recientemente en la competición de la 24.ª edición del goEast, parece una mezcla ecléctica de elementos de esta tradición de comedia negra, estética de telerrealidad y un enfoque observacional crítico.

Compuesto a partir de los cuatro episodios de la miniserie, el largometraje de Processes hace que las distintas partes funcionen conjuntamente en un intento de captar la turbulencia interna de la Bielorrusia de Lukashenko y su reflejo en la psique humana a ambos lados de la máquina totalitaria: los perpetradores del Estado y los externos, sean conscientes o no de su papel. Los cuatro segmentos, titulados sucesivamente Fostering, Patriotic Enlightenment, Dreamed y TV Programme, siguen de cerca el modo en que las autoridades y su propaganda penetran en los espacios privados: desde el entorno laboral y doméstico hasta las mentes de los niños, pasando por los sueños de los devotos funcionarios del Estado. Un miembro de las fuerzas especiales mantiene en casa a los manifestantes detenidos por protestar contra el gobierno de Lukashenko, mientras las cárceles del país se llenan. Al mismo tiempo, alumnos inocentes son llevados al cuartel general de la KGB para recibir entrenamiento militar y ser sometidos a un meticuloso lavado de cerebro, mientras los funcionarios de las filas de la élite gobernante experimentan cada noche una pesadilla colectiva sobre la Primera Persona. La culminación de todo es el episodio final, protagonizado por la empleada de supermercado Zoya (una intensa interpretación de la actriz rusa exiliada Yana Trojanova), que intenta desesperadamente localizar a su hijo, movilizado en la guerra de Ucrania. Sin embargo, las autoridades y un programa de televisión la convencen a la fuerza de que nunca tuvo un hijo, para que la propaganda sobre Bielorrusia como guardiana de la paz entre las naciones siga extendiéndose.

Financiada por Telewizja Polska, la productora detrás de Processes, Belsat TV, es el primer canal de televisión independiente de Bielorrusia, por lo que la película parece haber sido creada para ofrecer una narrativa de oposición a los medios locales pro-Kremlin. En su afán por ser una obra expresamente antipropagandística, quizá no logra evitar la trampa de presentar alusiones demasiado explícitas a la realidad totalitaria: estribillos satíricos como “Nuestra KGB contra los LGBT” en una canción escolar y las espeluznantes lecciones prácticas para niños sobre cómo disparar a los prisioneros son versiones tan hiperbólicas de la situación que resulta difícil tomarse en serio nada de lo que ocurre en pantalla. Además, la estética del estilo de vida soviético podría desconcertar a los espectadores y hacerles pensar que estas referencias están relacionadas con un régimen político pasado. La nerviosa cámara del director de fotografía Daniil Hayou, que recorre los espacios desde todos los ángulos, y la frenética banda sonora, sugieren que la acción transcurre aquí y ahora. Lo cierto es que algunas prácticas de aquella época simplemente nunca han desaparecido.

Processes es una producción de los bielorrusos Olena Domanska, Andrei Kashperski, Mikhail Zui, y Egor Efimov, coproducida por la polaca Belsat TV - Fundacja Strefa Solidarności.

(Traducción del inglés)

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