17/05/2024 - CANNES 2024: Nada Riyadh y Ayman El Amir siguen a un grupo de jóvenes mujeres que desafían las viejas normas al empezar un grupo de teatro callejero femenino

En un festival muy tenso, marcado por la avalancha de revelaciones del #MeToo en la industria cinematográfica francesa, las protagonistas de The Brink of Dreams [+lee también:
tráiler
entrevista: Nada Riyadh, Ayman El Amir
ficha de la película] se alinean sin saberlo con el movimiento feminista. Sin haber estado expuestas directamente al feminismo, están íntimamente familiarizadas con la naturaleza opresiva del patriarcado y lo rechazan de forma proactiva. En un entorno estrictamente tradicional y dogmático, abordan con valentía temas como el matrimonio infantil y el desprecio por las aspiraciones de las mujeres. 

En este título presentado en la Semana de la Crítica de Cannes, Nada Riyadh y Ayman El Amir documentan su historia a lo largo de seis años: dos de ellos dedicados a la investigación y cuatro al rodaje. Y está claro que han sabido captar el vibrante pulso de estas jóvenes. Aparte de los cineastas, los espectadores también tenemos acceso a una peculiar visión del funcionamiento íntimo de estos hogares, y tenemos el privilegio de escuchar conversaciones privadas y ver los ensayos entre bastidores. Sin embargo, la sensación es más de cálida bienvenida que de voyeurismo intruso. “Venid, venid”, nos tranquilizan estas actrices: “Podéis mirar, confiamos en vosotros”.

Aunque hay varios miembros en la compañía, destacan especialmente tres personas: la directora de escena Majda (Majda Masoud), la bailarina Haidi (Haidi Sameh) y la cantante Monika (Monika Youssef). A lo largo del rodaje, estas mujeres siguen siendo el núcleo constante del grupo.

Se trata de una película dividida en dos partes. En la primera, seguimos a la compañía en su viaje artístico. Negocian mejores locales de ensayo, crean escenarios improvisados con mesas y ejecutan estrategias de marketing de guerrilla haciendo ruido en las calles. Este segmento rebosa energía y conflicto, a medida que estas mujeres se enfrentan a la tensión entre sus ambiciones artísticas y las rígidas limitaciones sociales.

Sin dejar de ser apasionada, la segunda mitad da un giro más introspectivo al diseccionar las restricciones patriarcales. Mientras Majda se enfrenta a los retos de matricularse en la universidad, Haidi le asegura a su prometido que no es una chica frívola durante una conmovedora conversación telefónica. Por otra parte, tenemos el diálogo maquiavélico entre Monika y su prometido. Resulta desgarrador observar los intentos de la pareja de Monika por controlar sus decisiones, alegando que el hecho de que gane su propio dinero como cantante podría llevarla a desobedecer a su futuro marido. El diálogo mencionado anteriormente pone de manifiesto lo bien que funciona el patriarcado como una forma sutil de manipulación que ata a la mujer a su futuro marido. No obstante, no todos los hombres son unos manipuladores: el padre de Haidi apoya todas sus decisiones.

Ante nuestros ojos, estas adolescentes divertidas y ambiciosas se convierten en jóvenes perspicaces. En las calles, ante la mirada confusa de los hombres, proclaman colectivamente que sus cuerpos no son pecaminosos, que desean prolongar su infancia y llevar un vestido, y que los demás no deben reprimir sus sueños. La urgencia de estas situaciones como parte de un trasfondo individual cobra todavía más impulso al expresarlo al unísono.

Aunque suponemos que, tras cuatro años de rodaje, había un gran volumen de material, el resultado está bien concentrado, sin nociones abstractas, largas introducciones ni desorden. La película es humilde e inspiradora; todas las piezas encajan en su sitio para crear un relato honesto sobre el paso a la madurez. Lo que prevalece es un fuerte sentido de comunidad y de estar ahí para los demás.

La escena final ofrece cierto consuelo a Majda, Haidi y Monika: otras jóvenes del Nilo retoman la tradición del teatro callejero, asegurándonos que habrá continuidad.

The Brink of Dreams, que presenta una vívida dirección de fotografía a cargo de Dina El Zeneiny, Ahmed Ismail y Ayman El Amir, es una coproducción entre Egipto, Francia, Dinamarca, Catar y Arabia Saudí, producida por Felucca Films en colaboración con Dolce Vita Films y Magma Film&TV. The Party Film Sales se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)