20/05/2024 - CANNES 2024: El primer largo de Julien Colonna, que sigue a la hija adolescente del jefe de un clan corso atacado por sus rivales, impresiona por su tensión y su precisión

“Escúchame con atención lo que te voy a decir, hija mía (...) No hables con nadie de lo que veas y oigas aquí. Jamás”. Cuando una película se inicia con una adolescente que participa en el proceso de descuartizamiento de un jabalí tras terminar una cacería llevada a cabo por una comunidad muy unida y formada principalmente por hombres, uno ya se imagina que el largometraje que está a punto de ver no es de los que se andan con chiquitas. Sin embargo, no siempre hay que dejarse guiar por las apariencias, porque Julien Colonna consigue un equilibrio ideal entre un thriller de alta tensión con el crimen organizado como telón de fondo y una exploración mucho más íntima y profunda en torno a la relación entre padre e hija en su brillante primer largometraje, Le Royaume [+lee también:
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ficha de la película], que ha sido presentado en la sección Un Certain Regard del 77.º Festival de Cannes.

“No hemos pedido la opinión de la niña. Ya tenemos bastante con nuestros problemas…”Leisa, de quince años (la reveladora Ghjuvanna Benedetti), cree que le espera un feliz verano en la playa, cuando de repente la echan de casa de su tía (donde estaba viviendo) y la dejan en manos de un motorista, que se la lleva directamente a un pueblo aislado en el que se encuentran reunidos su padre, Pierre-Paul Savelli (el carismático Saveriu Santucci), y un grupo de hombres visiblemente preocupados. Tras días viendo la televisión, escuchando a escondidas las conversaciones de los hombres en voz baja y leyendo por encima los periódicos, la joven por fin descubre lo que está ocurriendo: la explosión de un coche bomba en Ajaccio estuvo a punto de provocar la muerte del presidente regional de Córcega, pero el verdadero objetivo era el padre de Leisa, descrito por los medios de comunicación como un “enigmático jefe de la mafia buscado por la policía desde marzo del 91” que ejerce cierta influencia sobre la política y los bajos fondos de la isla. Y “en un momento en que ciertas regiones siguen estando bastante codiciadas, un suceso como este podría desatar el inicio de un nuevo capítulo sangriento en la historia de la isla”.

“No me fío de nadie”. A medida que aumentan los cadáveres y Pierre-Paul y sus hombres tratan de averiguar quién les ataca al tiempo que elaboran sus propios planes de contraataque, padre e hija se van conociendo cada vez mejor. Sin embargo, el peligro acecha, y a pesar de los intentos de Pierre-Paul por mantener a su hija a salvo y protegerla —en la medida de lo posible— del mundo criminal en el que se mueve (como dice una canción de la película, “qué rápido pasa el tiempo, ayer era tan pequeña y ahora sus primeros problemas esculpen tus primeras arrugas y tus primeras preocupaciones”), Leisa no está dispuesta a abandonar a su padre...

Le Royaume, que ha sido creada a partir de un guion excelente (escrito por el director junto con Jeanne Herry), brilla por su autenticidad, así como por un reparto impecable y un retrato detallado y muy creíble del ambiente de delincuencia reinante en la isla. Sin embargo, lo que podría haberse convertido en una especie de El padrino corso (con sus códigos, sus giros, su clandestinidad, sus paseos por la hermosa isla de Córcega, sus estratagemas, sus armas y sus ajustes de cuentas) toma con habilidad el camino de la intimidad creciente y el amor entre padre e hija. Todos estos elementos forman una mezcla que convierte esta película de cine negro, con su sabor de autor y una magnífica filmación del director de fotografía Antoine Cormier en 35 mm reales, en un punto de partida particularmente acertado —y accesible a todos— para la carrera de Julien Colonna.

Le Royaume ha sido producida por Chi-Fou-Mi Productions, y las ventas internacionales de la película corren a cargo de Goodfellas.

(Traducción del francés)