20/05/2024 - CANNES 2024: Paulo Carneiro nos lleva al pueblo portugués de Covas do Barroso para ofrecernos un cautivador retrato de la lucha de la comunidad local contra la extracción de litio

Iniciamos nuestro viaje en (y con) la tierra, en (y con) la montaña. Siguiendo los pasos de la comunidad portuguesa de Covas do Barroso, navegamos por la hazaña cinematográfica propuesta en la última película de Paulo Carneiro, A savana e a montanha [+lee también:
entrevista: Paulo Carneiro
ficha de la película], proyectada en la Quincena de los Cineastas de Cannes. Se trata de una película híbrida que retrata las penurias reales (y, lo que es más importante, la resistencia) de esta comunidad: personas que han estado luchando contra los intentos de la empresa británica Savannah Resources de crear la mayor mina europea de litio a cielo abierto en sus tierras.

Asistimos a un duelo entre estos dos bandos (Savannah y la montaña), mientras la película opta por una narración al estilo de una fábula, mezclada con toques visuales y narrativos del wéstern. Los enfoques de ficción utilizados en esta película le permiten alcanzar el equilibrio adecuado entre un humor ligero y cautivador y un fuerte posicionamiento político, que puede resonar fácilmente en el gran público. Una parte muy concreta de su encanto proviene de las personas que vemos en pantalla e incluso de cómo las vemos: los vecinos de Covas do Barroso interpretan un papel que está impregnado de un ligero toque de fantasía, así como de un cierto aire teatral, mientras recrean los acontecimientos que han tenido lugar a lo largo de los últimos años.

A medida que nos guían a través de las diferentes estaciones, mientras la amenaza de la mina a cielo abierto se acerca, haciéndose cada vez más real, podemos observar diferentes formas de movimiento: hay rituales basados en el calendario, diferentes procesiones que mantienen vivos elementos de la memoria cultural y de la historia local. También están las cosas que la gente intenta salvar, los ingredientes que hacen de este sitio su hogar. Por otra parte, también percibimos el movimiento de la propia comunidad, enfrentada a la situación de la mina, cuya unidad y fuerza se fortalecen a cada paso. El movimiento también se percibe a través de la oportunidad de sentir y observar diferentes rutinas y dinámicas, como si nos hubiéramos transportado al estilo de vida de este pueblo.

De hecho, el transporte también es un tema destacado en la película: coches, motos y camiones son señales que sitúan claramente al público en cuanto al bando que seguimos (ya sean los héroes o los enemigos). En varias escenas, estos vehículos son retratados en el contexto del vasto paisaje: con el uso ocasional de planos amplios, los medios de transporte pueden abrirse paso a través del paisaje, pero el director sigue mostrando que el entorno, en toda su inmensidad, siempre prevalece.

Todas las canciones, compuestas por Carlos Libo, establecen un tono muy poderoso. Adoptando un enfoque lírico muy característico, las composiciones incluyen, por un lado, elementos musicales conectados con sonidos de los objetos que se utilizan en la agricultura; por otro, algunas de las piezas evocan un sentimiento de participación colectiva.

La cautivadora fotografía nos atrae, el preciso montaje nos guía a través de los acontecimientos, pero es la sensación general de positividad que experimentamos en cada escena la que realmente permanecerá con nosotros después de ver la película, a pesar de que se trate de un retrato de penurias. Es esta sensación la que eleva aún más la película, convirtiéndola en un bello, sincero y tierno homenaje al pueblo de Covas do Barroso, pero también en una señal muy prometedora de lo que podría depararnos el futuro (del cine, y de la sociedad).

A savana e a montanha es una producción de Bam Bam Cinema (Portugal), coproducida por La Pobladora Cine (Uruguay). La agencia portuguesa Portugal Film se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)