21/05/2024 - CANNES 2024: Jessica Palud firma una obra de denuncia feminista que resuena en la actualidad siguiendo con pudor y precisión la atormentada trayectoria de la actriz Maria Schneider

“Eres una página en blanco, y tus heridas tienen algo que me atrae (...). Filmaremos los desnudos de la forma más artística posible, pero has de saber que la película gira en torno a una intensa relación física”. Maria Schneider (la extraordinaria Anamaria Vartolomei) tiene 19 años y su carrera cinematográfica se encuentra en una fase embrionaria cuando, en una cafetería de París, la estrella emergente italiana Bernardo Bertolucci (Giuseppe Maggio) le ofrece el papel de Jeanne en su próxima película, El último tango en París.

Es 1971 y el rodaje de una película en la que participa la estrella estadounidense Marlon Brando (el impecable Matt Dillon) desencadena un escándalo internacional que desestabiliza profundamente la vida de esta joven. En Maria [+lee también:
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entrevista: Jessica Palud
ficha de la película], la conmovedora película de Jessica Palud, que ha sido presentada en la sección Cannes Première de la 77.ª edición del Festival de Cannes, la cineasta francesa decide aprovechar el trágico destino de Schneider para poner de relieve las responsabilidades de los hombres en el séptimo arte, donde la obsesión por la obra en sí puede fácilmente llevarse por delante a las mujeres.

“Es amable, como todos los demás hombres. Se folla a todo lo que se mueve y luego se va a casa y hace como si nada con su esposa burguesa. Y deja ya de lloriquear”. A la madre de Maria (Marie Gillain) se le rompe el corazón cuando se entera de que su hija de 16 años está quedando y recuperando la relación con su padre actor (Daniel Gélin, interpretado por Yvan Attal), que nunca se ocupó de ella ni la reconoció como suya. Pero el mundo del cine no puede resultar más atractivo y deslumbrante para esta joven, que casi sin darse cuenta —y tras ser expulsada de mala manera de la casa donde vivía con su madre— pasa a ser toda una actriz en ciernes. Tres años más tarde, alcanza la cima de su carrera al conseguir su primer gran papel ante las cámaras junto a una estrella mundial, y todo ello gracias a un cineasta calificado de genio por la prensa. El rodaje se pone en marcha y todo parece ir sobre ruedas, pero un día, inesperadamente, una sola secuencia hace que todo se tuerza (“se caen las caretas y la verdad sale a la luz”, “sentí que me violaban dos hombres a la vez”) y el futuro de Maria se enturbie en todos los sentidos...

La película, que está basada en la novela de Vanessa Schneider Tu t'appelais Maria Schneider y ha sido adaptada por la directora junto con Laurette Polmanss, analiza meticulosamente tanto los hechos que tuvieron lugar (la parte en la que se reconstruye el rodaje es sensacional) como el lado despiadado de una industria que permite descaradamente cualquier cosa en nombre del bombo mediático y repite los mismos errores de siempre sin pararse a pensar en las personas afectadas. Evidentemente, el lugar que ocupa la mujer en el cine (“o bellas idiotas o chicas malas”, “las películas están escritas en su mayoría por y para hombres; la mayoría de directores son hombres”) constituye el núcleo de esta historia, una cuestión que resuena claramente en los tiempos que corren actualmente, dado que ciertas tendencias tóxicas y machistas están aún lejos de haber sido erradicadas. Pero la mayor cualidad del largometraje de Jessica Palud es que deja que los hechos hablen por sí solos en un retrato conmovedor y elíptico que, además, se ve realzado por la excelente labor desempeñada por el director de fotografía Sébastien Buchmann.

Maria ha sido producida por Les Films de Mina y coproducida por Moteur S'il Vous Plaît y StudioCanal, que acaba de absorber a Orange Studio y se encarga de las ventas internacionales de la película.

(Traducción del francés)