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CANNES 2024 Competición

Crítica: Marcello Mio

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- CANNES 2024: Christophe Honoré firma una tierna película sonámbula, cinéfila y conceptual protagonizada por una Chiara Mastroianni poseída por el fantasma de su padre

Crítica: Marcello Mio
Chiara Mastroianni en Marcello Mio

“Me dejaste el corazón malherido cuando te fuiste / Sin ti la vida se convirtió en un infierno / Enredada en mis sábanas creo recordarte / Cuando decías con dulzura que era solo a mí a quien amabas”. De la letra revivida de la canción de Étienne Daho “Le grand sommeil” a la película de Luchino Visconti Noches blancas (1957), en la que una mujer espera en vano en un puente a un hombre con el que tenía fijada la cita desde hacía un año —y en la que Marcello Mastroianni intenta hacerla olvidar al hombre ausente con la esperanza de sustituirlo—… Lo que Christophe Honoré nos invita a vivir junto con él a través de la entrañable y arriesgada Marcello Mio [+lee también:
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ficha de la película
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, que ha sido presentada en la competición oficial de la 77.ª edición del Festival de Cannes, es una especie de extraño sueño, una inmersión benévola en la vertiginosa cuestión de la herencia (biológica, filial y cinematográfica).

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“No es un disfraz”. A causa del tormento derivado del recuerdo de su famoso padre, ya sea debido a un duelo personal no digerido durante la infancia, a presiones externas (“esperaba que interpretaras a Mastroianni en lugar de a Deneuve”) o a un sentimiento de usurpación profesional, Chiara Mastroianni decide de repente ponerse el disfraz de su padre en la vida real, con sus correspondiente sombrero, peluca y bigote, de modo que acaba por convertirse en él. ¿Confusión mental? ¿Esquizofrenia? ¿Una broma? ¿Una broma pesada? ¿Una simple necesidad del padre? Las personas cercanas a Chiara (su madre Catherine Deneuve, su pareja Benjamin Biolay, su ex Melvil Poupaud, la directora Nicole Garcia y Fabrice Luchini como su nuevo amigo) se preocupan aún más al ver que el parecido es asombroso y que Chiara no se desprende en ningún momento de un personaje que conoce tan bien. Pero, ¿se puede vivir como si no existiera? ¿Cabe la posibilidad de que se trate más de una idea que de una persona?

Al asumir plenamente la imposibilidad de reproducir con total precisión al padre en la hija, las mentiras, el placer de la traición, la confusión entre la filmación y el recuerdo, la realidad y la fantasía, Christophe Honoré consigue —paradójicamente— sacar a la luz una conmovedora forma de verdad y amor sincero bajo la artificialidad del concepto de la película. De la Fontana de Trevi a las puertas del cementerio de Verano, de los tejados de París al antiguo piso de Mastroianni y Deneuve, donde Callas cantaba en el planta de abajo, de los Jardines de Luxemburgo a la playa de Formia, de la celda de una cárcel al escenario de un concierto, a los estudios de Rai Tv… La película revela con delicadeza todos y cada uno de sus sentimientos más profundos e inquietos. Se trata de una invocación y una reflexión acerca de la herencia que, a su vez —y como no podía ser de otra manera—, constituye un magnífico homenaje a un actor universal, cuya hija le honra con una interpretación excepcional.

Marcello Mio ha sido producida por Les Films Pelléas (Francia) y coproducida por France 2 Cinéma, BiBi Film (Italia) y Lucky Red (Italia). Las ventas internacionales de la película corren a cargo de mk2 Films.

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(Traducción del francés)


Galería de fotos 21/05/2024: Cannes 2024 - Marcello Mio

16 fotos disponibles. Desliza hacia la izquierda o la derecha para verlas todas.

Christophe Honoré, Fabrice Luchini, Catherine Deneuve, Chiara Mastroianni, Benjamin Biolay
© 2024 Fabrizio de Gennaro for Cineuropa - fadege.it, @fadege.it

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