23/05/2024 - CANNES 2024: Alexis Langlois utiliza las herramientas del musical rock y la imaginería de De Palma para narrar una historia de amor muy gay, que podría haber llegado más lejos

¿Cómo serán las redes sociales y la cultura pop dentro de 25 años? En la ópera prima de Alexis Langlois, Les Reines du drame [+lee también:
tráiler
ficha de la película], los influencers seguirán existiendo en el año 2055 y serán los guardianes de la historia. La película del director francés, estrenada en la Semana de la Crítica de la 77.ª edición del Festival de Cannes, comienza con Steevyshady (interpretado por el influencer francés Bilal Hassani) dirigiéndose directamente al público y a sus seguidores antes de relatar la épica y tumultuosa historia de amor que generó innumerables clics 50 años antes, pero que desde entonces ha caído en el olvido: la de la estrella adolescente del pop Mimi Madamour (Louiza Aura) y la marginada punk Billie Kohler (Gio Ventura). Sus nombres ya presagian su melodramática historia: Mimi está locamente enamorada, mientras que Billie tiene problemas de ira (colère en francés).

Desde los créditos iniciales, la purpurina inunda la pantalla y Steevyshady establece el tono camp de toda la obra con su extravagancia y la advertencia de que esta película no será apta ni para gente de derechas ni para homófobos. Irreverente y apasionado, nuestro anfitrión echa la vista atrás con motivo del 50 aniversario del álbum de debut de Mimi, que la convirtió en una celebridad y desencadenó el torbellino romántico que acabaría definiendo su vida y la de Billie.

La música es una parte fundamental de este romance y de la propia película. En 2006, la tímida Mimi y la rebelde Billie se conocen durante las audiciones de un concurso televisivo de canto. La primera pasa a la siguiente fase, mientras que la segunda acaba siendo expulsada de la sala por gritar al jurado, pero una chispa irresistible se enciende entre estas dos chicas totalmente diferentes. La sátira musical de Brian De Palma, El fantasma del paraíso, es una inspiración evidente para estas escenas de casting, donde Mimi es criticada por su aspecto mientras le dicen que todos sus sueños se harán realidad, pero Langlois transpone los códigos del thriller grotesco de De Palma para contar una historia queer, sacando a relucir los elementos camp inherentes al estilo exagerado y contestatario del cineasta estadounidense. Inevitablemente, Mimi se somete a un cambio de imagen completo para convertirse en una estrella más convencional y sexualizada, una venta fáustica de su alma y su identidad. De esta forma, estamos ante una historia sobre la represión: Mimi debe ocultar su homosexualidad si quiere seguir siendo popular. Aunque todas las canciones de la película son bastante ridículas, las de Mimi son himnos a las ideas heteropatriarcales de la feminidad, mientras que las de Billie son explícitas, extremadamente furiosas y de lo más gay.

Las dos chicas intentan mantener una relación en secreto, escribiendo juntas una canción que incluye la frase “You fist me up to my heart”, cuya mezcla de vulgaridad y ternura recuerda a las obras de Gregg Araki y Yann Gonzalez. Sin embargo, el éxito de Mimi pronto las separa y comienza un gran enfrentamiento entre las antiguas amantes. Con referencias a los escándalos sensacionalistas de Britney Spears y al apetito de Madonna por el bótox, así como un estilo visual y un tono que a veces se adentra en el territorio de Ru Paul's Drag Race, Les Reines du drame cuenta una historia clásica que abraza los extremos con humor y absoluta sinceridad. Al comenzar su relato en 2005, Langlois también le aporta un toque político, recordándonos que Francia era todavía muy homófoba hace solo 20 años. Cuando nos trasladan a 2055, entramos en un reino de fantasía que encaja con el estilo general de la película y su tono de fábula: todo será posible entonces.

Con la intención de mostrar la homosexualidad como algo dramático pero no trágico, Langlois no siempre se adentra lo suficiente en el dolor que sufren sus personajes, y Les Reines du drame acaba resultando paradójicamente bastante comedida. Los convenientes giros narrativos restan energía a la película y la hacen previsible, pero sigue siendo satisfactorio ver cómo se adapta el cine de género para contar una historia tan sincera, queer y feliz.

Les Reines du drame es una producción de la francesa Les Films du Poisson y la belga Wrong Men. Charades se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)