23/05/2024 - CANNES 2024: Este retrato de una artista incomprendida es el frustrante debut en la dirección de la actriz nominada al César Céline Sallette

La escena inicial de Niki, de Céline Sallette, presenta una imagen sugerente: una princesa blanca como la nieve, con los labios rojos y una corona de rubíes sobre la cabeza. ¿Se trata de una aristócrata, o tal vez de una modelo? En realidad, es ambas cosas, pero la protagonista desea separarse de ambas identidades, ya que esta vida aparentemente glamurosa ya ha causado daños irreparables en la imagen que tiene de sí misma y en su salud mental. Sallette dirige un retrato biográfico de la pionera artista francoestadounidense Niki de Saint Phalle en su ópera prima, que acaba de estrenarse en la sección Un Certain Regard de Cannes.

Con un personaje interpretado en toda su excentricidad por la actriz canadiense Charlotte Le Bon, la directora sugiere que Niki fue una gran incomprendida, rechazada en un principio por su personalidad idiosincrásica, causada por una infancia traumática, y que nunca recibió el apoyo que realmente merecía. La película de Sallette se centra principalmente en la vida anterior de Niki con su primer marido, Harry Matthews (John Robinson), y termina con la muerte emocional de Niki Matthews y su renacimiento como Niki de Saint Phalle. A partir de 1952, Niki recorre la vida de la artista, pasando de actriz a pintora y escultora, así como sus diversas estancias en un centro psiquiátrico debido a su propensión a coleccionar cuchillos y armas, una respuesta a los abusos sexuales que sufrió por parte de su padre y que la persiguieron durante toda su vida, como insinúa la película. Los recuerdos de su infancia la acompañan allá donde va, mientras avanza lentamente hacia su autonomía personal, liberándose de las ataduras sociales que le habían impuesto.

Una cosa es entender por qué Sallette se sintió tan atraída por el gran mito de De Saint Phalle, y otra muy distinta es que esta atracción funcione a nivel cinematográfico. Con un guion escrito por Sallette y Samuel Doux, la película se ve lastrada por confusas decisiones argumentales y un conjunto de personajes lamentablemente anodinos, con la excepción de un irresistible Jean Tinguely  (escultor y segundo marido de Niki), interpretado por Damien Bonnard. Los frecuentes e irregulares saltos temporales contribuyen a que la narración resulte difícil de seguir y dejan muy poco tiempo para asimilar a los personajes y su impacto en la vida de Niki. Es fácil ponerse del lado de la Niki de Le Bon y de su personalidad decidida cuando se la sitúa en un entorno patriarcal que desprecia a las mujeres por considerarlas histéricas, pero esto no es suficiente para comprender plenamente por qué la artista debe resultar memorable para el espectador.

Por lo demás, la película se sostiene gracias a las interpretaciones de un excelente reparto y a un conjunto de vibrantes elecciones creativas. Con sus colores brillantes, su paleta saturada y su retrato de una artista considerada “problemática”, Niki evoca obras como The Electrical Life of Louis Wain [+lee también:
tráiler
ficha de la película], de Will Sharpe, que también se centra en una figura extravagante pero extraordinaria. Los diseñadores de vestuario Marion Moulès y Matthieu Camblor recorren las distintas épocas con prendas que muestran la transformación y la evolución personal de Niki. La música de Para One, habitual colaborador de Céline Sciamma, se mueve entre vientos etéreos y atrevidos metales, destacando especialmente por llevar la compleja mente de la protagonista a un reino sonoro propio, a medida que avanza hacia su autoliberación final.

Niki es una coproducción franco-belga a cargo de Cinéfrance Studios y Wild Bunch, coproducida por France 2 Cinéma, One Cinq, Panache Productions, La Compagnie Cinématographique, Proximus/Voo/Be Tv y Hologram. Pulsar Content se ocupa de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)