24/05/2024 - CANNES 2024: Marcia Romano y Benoît Sabatier escriben y dirigen una comedia excéntrica sobre un padre que recorre la vida de su hija fallecida, de la que descubre que todo era mentira

No hay adolescente que no haya mentido nunca a sus padres sobre lo que hace o lo que ha hecho, ya que la verdadera historia que se esconde tras la mentira es algo que nunca quieres que salga a la luz. Por desgracia, las cosas se acaban sabiendo cuando pierdes la vida, y este tipo de desenlaces derivan a veces en resultados inesperados, tal y como ocurre en Fotogenico, la alborotada comedia a caballo entre el indie y el punk de Marcia Romano (coguionista nominada a los César por El acontecimiento [+lee también:
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ficha de la película] y Benoît Sabatier, que se acaba de estrenar a nivel mundial en la selección ACID de Cannes. En ella, un padre de espíritu joven busca lo que queda de la esencia de su difunta hija en los lugares de los que ella le solía hablar, que se suponía que eran un estudio de taekwondo, una academia de idiomas y un bufete de abogados. Sin embargo, pronto descubre que en realidad son una oficina improvisada, una tienda de discos y la casa de un camello.

Raoul (Christophe Paou) se desplaza a Marsella con el fin de conocer mejor la vida de su hija Agnès, una joven adulta recientemente fallecida, y para ello se propone recorrer los distintos lugares por los que ella decía que se solía mover. Sin embargo, se echa las manos a la cabeza cuando descubre que todo lo que ella le contó era mentira, y que su vida estaba dedicada a salir de fiesta, consumir drogas y tocar con su grupo, Fotogenico. Al adentrarse en su vida secreta y desarrollar una obsesión por la banda, Raoul entabla poco a poco una amistad inesperada con Lala (Roxane Mesquida), Tina (Angèle Metzger) y Brune (Bella Baguena), las amigas de Agnès. Al mismo tiempo, se establece una evidente rivalidad entre el protagonista y Lekooze (John Arnold), el caótico y anciano camello de Agnès, a quien Raoul culpa de la muerte de su hija.

Fotogenico hace gala de un mayor dominio de su estilo y tono que muchos otros intentos de este tipo de comedia estrafalaria tan difícil de conseguir. La extremadamente saturada Marsella de bajo contraste que nos muestran Romano y Sabatier es grasienta, mugrienta y hermosa a su manera; es un lugar en el que las situaciones absurdas son la norma, pero lo suficientemente realistas como para no llegar a ser calificadas de fantásticas. La película destaca por la forma en que logra reflejar un viaje a medio camino entre la amargura y la sátira indie, por cómo nos da a conocer un viaje que se personifica a través de la banda sonora electrónica del grupo de postpunk Froid Dub y su geométrica y puntiaguda variedad de temas. Los cineastas se permiten múltiples zooms de choque (con Nicolas Eveilleau como director de fotografía) para conseguir un efecto cómico y dramático al mismo tiempo, con Marsella como patio de recreo visual y Raoul como su pequeño y tonto avatar que lo único que pretende es tratar de ver el vaso medio lleno ante una situación tan dolorosa.

Con un corte de pelo y un bigote muy parecidos a los de Borat, y quizás una personalidad similar —aunque muy moderada—, el Raoul de Paou —de unos cincuenta años, aunque actuando en todo momento como si tuviera 25— acaba convirtiéndose en una especie de bufón inolvidable y adorable. Resulta casi imposible no empatizar con su complicada situación cuando le vemos, al principio, fracasar en su intento de ganarse a las amigas de Agnès, o cuando le roban la ropa en tantas ocasiones que lo único que le acaba quedando son sus calzoncillos rojos. Aunque las situaciones en las que se ve envuelto Raoul se vuelven un poco repetitivas al cabo de un tiempo —no cabe duda de que tiene cierta predilección por acabar en la bañera tras las noches de borrachera—, sus payasadas no dejan de divertirnos en ningún momento, de modo que el inverosímil protagonista va poco a poco haciéndose con todos nosotros al tiempo que trata de redescubrir a la hija que nunca conoció. Y oye, quizá sean los amigos los que le permitan conocer de verdad a su difunta hija.

Fotogenico ha sido producida por la francesa Envie de Tempête y coproducida por Micro Climat. Las ventas internacionales de la película corren a cargo de MPM Premium.

(Traducción del inglés)