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CANNES 2024 Proyecciones especiales

Crítica: Apprendre

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- CANNES 2024: El último documental de Claire Simon es una enérgica exploración de una típica escuela primaria parisina

Crítica: Apprendre

Aunque parece que hay un marcado exceso de documentales de observación ambientados en escuelas europeas, Apprendre, de Claire Simon, que se estrenó la semana pasada como una proyección especial en Cannes, a menudo destaca como una experiencia particularmente agradable. Gracias al prolífico ritmo de trabajo de la cineasta francesa, el público de los festivales va haciéndose una idea de lo que realmente le interesa, y de cómo cada nueva película presenta una visión original e intelectualmente provocativa del tema que abordan. Sin embargo, la cineasta no ha alcanzado la fama internacional hasta hace poco, y es posible que muchos espectadores no sepan que ya ha investigado anteriormente los entornos escolares, en el mediometraje Recreos, de 1993, y en Primeras soledades [+lee también:
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, de 2018.

Ambientada en la escuela primaria pública Makarenko de Ivry-sur-Seine, situada a las afueras de París, Apprendre se centra hábilmente en los medios y las técnicas educativas, así como en las reacciones del alumnado. Se trata de una película profundamente orgánica, que guía al espectador adulto a través de actividades que, en principio, pueden parecer demasiado elementales, pero que vuelven a sensibilizarle sobre lo formativos que son los primeros años de escolarización.

Al desarrollarse en una escuela pública en la que los niños proceden en su mayoría de entornos migrantes, una película más cínica podría poner en primer plano el comportamiento antisocial y los intentos fallidos de aprendizaje, algo familiar en obras de ficción como La clase [+lee también:
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, en un intento de generar tensión dramática. Sin embargo, la hora de clase en Makarenko es una experiencia solemne, educada y holística, mientras que el contenido, como el perfeccionamiento de las competencias de lectura y cálculo, junto con un programa humanístico que abarca desde la guerra de independencia de Argelia hasta Julio Verne, responde a las preguntas sinceras que podríamos hacernos sobre la evolución de los métodos de aprendizaje. También es evidente que lo que absorbemos en entornos como estos nos acompaña durante toda la vida.

A medida que transcurre la película, estructurada de forma extraña pero intuitiva en torno a una supuesta jornada escolar, seguida de actividades auxiliares en el tercio final, el interés de la cinta por las cuestiones étnicas y religiosas empieza a hacerse patente. No es tan contundente como para sugerir que la escuela es un microcosmos de problemáticas más amplias que afectan a la Francia actual, o un anticipo de su futuro, pero las identidades de Oriente Medio y África de algunos niños se convierten en objeto de estudio. Simon elude las representaciones totalmente positivas, mostrando primero a un niño castigado por empujar a otros en el patio de recreo y a otro que se enfrenta a las exigencias lingüísticas del profesor. Más adelante, durante una discusión sobre las costumbres y creencias religiosas, los niños se muestran más críticos, comparándose y regañando ligeramente a los demás por su grado de observancia religiosa, mostrando así los primeros indicios de una mayor conciencia de sí mismos. Hacia el final de la película, llegan alumnos de un colegio más rico para participar en una actuación de música clásica, mientras los niños de Makarenko intentan tocar a su nivel de principiantes o simplemente no lo hacen, y el resultado suena a auténtica música de vanguardia.

Como la mayoría de las películas de Simon, lo que caracteriza a Apprendre es su carácter existencial y la sensación de ser una mera observación de los hechos, con apenas un sutil montaje. No terminamos la película (clausurada por una cohorte de niños que se marchan cantando la emblemática Diamonds de Rihanna) habiendo digerido una tesis, de un modo pedagógico que podría reflejar el aprendizaje realizado en la escuela. Todo se expone con transparencia y se capta en toda su incomodidad y humanidad, creando un espacio para que florezcan nuestros propios pensamientos.

Elementary es una producción de las francesas Les Films Hatari, Madison Films e Iwaso Films. Films Boutique se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)

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