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ANNECY 2024

Crítica: Sauvages

por 

- La nueva película de Claude Barras nos lleva al corazón de Borneo, en donde la lucha por proteger la naturaleza, y también la propia identidad, se convierte en primordial

Crítica: Sauvages

Tras el éxito internacional de La vida de calabacín [+lee también:
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, el director suizo Claude Barras nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre las devastadoras consecuencias de la deforestación generalizada que amenaza —no solo— a Borneo a través de la emocionante y poética Sauvages [+lee también:
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, que no solo se ha estrenado como proyección especial en Cannes, sino que también ha sido presentada en la competición oficial del Festival de Cine de Animación de Annecy. Sauvages es una aventura ecológica impregnada de una belleza cruel, un relato doloroso pero esperanzador que nos enfrenta cara a cara con el aterrador telón de fondo de la codicia humana y las desastrosas consecuencias de la explotación desenfrenada de los recursos naturales.

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En Borneo, cerca de la selva tropical, Kéria rescata y acoge a una cría de orangután que encuentra en la plantación donde trabaja su padre. Al mismo tiempo, su primo Selaï, que huye del conflicto que enfrenta a su familia nómada con las multinacionales que se enriquecen con la deforestación, se refugia con ellos en la casa de los padres de Kéria. Juntos, Kéria, Selaï y el bebé orangután, que se llama Oshi, se enfrentan a innumerables obstáculos en su lucha contra la destrucción de la selva. Su mundo se ve amenazado por la estupidez y la codicia humanas, una calamidad a la que nuestros héroes y heroínas tendrán que enfrentarse mientras sueñan con un mundo más justo y respetuoso con la naturaleza. Kéria también tendrá la oportunidad de descubrir sus orígenes y devolverles el valor que merecen, ya que constituyen su yo más profundo.

La nueva película de animación de Claude Barras es una fábula ecológica impregnada de dramas y personajes a la vez conmovedores y valientes que se enfrentan a lo desconocido con la férrea voluntad de quienes, en el fondo, ya no tienen nada que perder. Con Sauvages, el director suizo nos habla del mundo en el que vive, un mundo que está cambiando a un ritmo aterrador, a menudo sin tener en cuenta las tradiciones ancestrales que parecen ir desvaneciéndose en el aire poco a poco.

¿Cómo podemos hacer para transmitir este tesoro a las nuevas generaciones? ¿Qué estrategia se puede aplicar para contrarrestar a las multinacionales que solo piensan en los beneficios, sin importarles si ello implica la destrucción de toda una población? En la película, la naturaleza se convierte en sinónimo de valores universales que merecen ser salvaguardados: solidaridad, respeto, dignidad humana y amistad auténtica. No importa de dónde vengamos, lo verdaderamente crucial es la fuerza y el valor para luchar por nuestros derechos, el impulso vital que nos empuja a cada uno de nosotros a seguir creyendo en un mundo mejor, más tolerante e integrador.

Sauvages es una película que invita a la reflexión, una fábula a la vez violenta y poética que nos insta a cuestionarnos la realidad en la que vivimos. El bosque en Sauvages no se muestra como un locus amoenus en el que el mal no puede penetrar; al contrario, se representa —y los colores son sensacionales— en toda su aterradora complejidad, como un lugar fascinante que, además de albergar todo tipo de tradiciones, constituye toda una mina de oro para empresarios sin escrúpulos a los que la protección del ecosistema les trae sin cuidado.

Los salvajes de la película no son Kéria y su familia, sino los empleados de la plantación de aceite de palma que intentan corromperlos, como si la naturaleza pudiera comprarse con dinero. Los verdaderos villanos no son los que intentan defender su tierra, sino los que, por egoísmo y codicia, pretenden destruirla. Con un enfoque decididamente anticolonial, Barras nos muestra lo importante que es luchar para defender nuestros ideales, la identidad y el pueblo de la codicia humana.

Sauvages ha sido producida por Nadasdy Film (Suiza), Haut et Court (Francia), Panique! (Bélgica), Hélium Films (Suiza) y Beast Animation (Bélgica), y las ventas internacionales de la película corren a cargo de la británica Anton Corp.

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(Traducción del italiano)

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