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TRIBECA 2024

Crítica: Hacking Hate

por 

- El documental de Simon Klose expone la desalentadora realidad del extremismo moderno, desde la ultraderecha hasta las operaciones psicológicas para desestabilizar las democracias occidentales

Crítica: Hacking Hate

El productor y director de documentales sueco Simon Klose se hizo con el premio a mejor largometraje documental del Festival de Tribeca de este año por su Hacking Hate (leer noticia). El documental ofrece una cruda y determinada exploración del ascenso del extremismo de ultraderecha y la dominante expansión de los discursos de odio a través de las plataformas de redes sociales siguiendo a My Vingren, una periodista de investigación sueca conocida por sus exploraciones en profundidad de las redes de supremacistas blancos. Vingren, que consiguió el alias de "la Lisbeth Salander real" gracias a su destreza, emplea una técnica detallista y la creación de personajes online ficticios para infiltrarse y denunciar grupos de ultraderecha en internet. A lo largo del documental, Klose observa de cerca a Vingren mientras se adentra en otro agujero de extremismo.

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La investigación de Vingren empieza con un influencer de ultraderecha conocido como “Golden One” (“el Dorado”). Poco después de haber establecido su personaje falso, Vingren recibe una invitación para unirse a un grupo neonazi secreto, repleto de contenido antisemita, islamófobo y antiinmigrantes. Rápidamente ubica a un individuo que se ocupa de varias cuentas, y en la primera fase de la investigación, la red de conexiones en la comunidad de supremacistas blancos se hace más visible. Klose elige fijarse en una única investigación, convirtiendo en documental en un detallado estudio, y seguir a Vingren a través de las fases de la identificación y la infiltración en el grupo, descubriendo intrincados detalles, y revelando importantes claves. Este acercamiento arroja luz sobre las motivaciones y los métodos que llevan a la proliferación del contenido de odio. Un suceso importante tiene lugar cuando Vingren identifica a un importante personaje, conocido como Vincent, que parece orquestar y liderar varios grupos de supremacistas. La persecución a Vincent le lleva a tener un mayor conocimiento de las estructuras y las estrategias de grupos extremistas.

Mientras Vingren se centra en un sospechoso concreto, el documental se transforma en un thriller. Sus meticulosos e incansables esfuerzos descubren otra pieza en el complejo puzle de la guerra de la desinformación. Klose, junto a su equipo de colaboradores, como los directores de fotografía Iván Blanco y Tony Johansson y el montador Nicholas Nørgaard Staffolani, aprovecha el ritmo y los giros propios de un thriller para firmar una apasionante narrativa de investigación. Sin embargo, el director no confía solamente en ella. También incorpora la herramienta más convencional de las cabezas parlantes, que le permite ofrecer puntos de vista de expertos y comentarios sobre el contexto, otorgando más profundidad a la película y ampliando la perspectiva sobre el mundo en el que se infiltra. 

Vingren habla con expertos como Anika Collier Navaroli, la denunciante responsable de la eliminación de Donald Trump de Twitter, e Imran Ahmed, un investigador demandado por Elon Musk por compartir discursos de odio en la plataforma ahora conocida como X. La narración va más allá de los aspectos específicos de los temas tratados para llegar hasta los fallos estructurales generales de las redes sociales.

Hacking Hate funciona así como un sobria y reveladora muestra sobre la conversión en producto del odio en internet. Mientras películas como How to Build a Truth Engine [+lee también:
crítica
ficha de la película
]
exploran las razones biológicas y sociológicas detrás de la proliferación de la desinformación, las teorías de la conspiración y los discursos de odio, el documental de Klose se centra decididamente en un caso específico para deconstruir los métodos utilizados y desvelar las razones detrás de él. Vingren aclara que los influencers de ultraderecha que ofrecen fascismo como si fuese un servicio, con financiación de otros países, participan en realidad en operaciones de influencia y psicológicas para desestabilizar democracias, a través de la utilización de la radicalización online como una herramienta de reclutamiento.

Hacking Hate ha sido producida por la sueca Nonami y coproducida por la danesa Elk Film, la noruega Fuglene y las suecas SVT y Film I Skåne, en colaboración con DR, VGTV y YES TV.

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(Traducción del inglés)

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