26/06/2024 - La ópera prima de Guillermo Polo es una road movie alucinada y colorista, a medio camino entre el cómic y el cine indie estadounidense, pero a la vez tan ibérica como una cinta de Bigas Luna

La mítica valla publicitaria con forma de toro del brandy Osborne. Las gasolineras cutres de carreteras secundarias. Los cámpings con cabañas temáticas. Estas son solo algunas de las imágenes y localizaciones, entre fascinantes y horrorosas, que sirven de decorado y escenarios de Lo carga el diablo [+lee también:
tráiler
entrevista: Guillermo Polo
ficha de la película], el primer largometraje del valenciano Guillermo Polo, que inauguró el pasado jueves la edición número 39 del festival Cinema Jove al tiempo que compite en su sección oficial.

Una road movie hispánica y de potente fuerza visual que atraviesa España desde Avilés hasta Benidorm para mostrar el viacrucis –no exento de negro y, a veces, cruel humor– que vive Tristán (encarnado por un entregado Pablo Molinero), un aspirante a novelista que sobrevive escribiendo frases monas en los sobres de azucarillos. Pero un día recibe un encargo particular: debe trasladar un cadáver desde el norte de España hasta las playas del Mediterráneo, donde el finado desea ser enterrado y quien no es otro que su propio hermano Simón (Isak Férriz).

Pero en esa travesía plagada de catastróficas desgracias, este antihéroe será perseguido por una matona (Antonia San Juan) acompañada de su padre demente, se encontrará a una joven descarada y adicta a los alucinógenos (Mero González) y una pareja de policías también le irá a la zaga.

Con todo este circo de personajes, localizaciones y situaciones rocambolescas, Polo ha construido una película que, como él mismo advirtió antes de una de las proyecciones en Cinema Jove, no se toma en serio a sí misma. De este modo, cineasta y obra apelan al cachondeo, al desfase y al disparate.

Vamos, que Lo carga el diablo no es un drama autoral e intimista, sino una historia de cómic despendolada, una película con mucha vida (loca) y color que bebe de referentes del cine norteamericano como Tarantino o los hermanos Coen, y cualquier road movie (desde Amor a quemarropa a Thelma y Louise), y de maestros de la astracanada ibérica como el también levantino Luis García Berlanga y el catalán Bigas Luna, que rodó su film Huevos de oro también en Benidorm.

Familias súper disfuncionales, perros que roban extremidades humanas amputadas y un fantasma gamberro y bromista son otros de los ingredientes de esta fiesta, aliñada con humor negro, que invita a vivir intensamente, a alimentar la inspiración y la creatividad a base de experiencias y a no perder el tiempo, a lanzarse a la carretera de la vida y no dejar para mañana lo que puedas disfrutar hoy. Una buena forma de empezar un festival de espíritu joven, atrevido y festivo.

Lo carga el diablo es una producción de Los Hermanos Polo Films, Japonica Films, Volcano Films y Batiak Films. Begin Again Films la distribuirá en cines españoles.