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LOCARNO 2024 Cineasti del Presente

Crítica: Real

por 

- En su segundo largometraje, la directora italiana Adele Tulli explora el mundo digital en el que estamos inmersos a diario, con sus terribles excesos pero también su asombroso potencial

Crítica: Real

Estrenado mundialmente en la competición Cineasti del Presente del Festival de Locarno, Real [+lee también:
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, el segundo largometraje de la directora italiana Adele Tulli, juega y se burla alegremente de los códigos del multiverso. Consciente del poder que ejerce sobre nosotros el mundo digital, como un pulpo con innumerables y viscosos tentáculos, la cineasta ofrece un retrato de un mundo hiperconectado que ya no es consciente de lo grotesco que se ha vuelto. Tras Normal [+lee también:
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, que ponía el foco en la artificialidad de las normas de género, la directora aborda ahora el concepto de realidad y la expansión de nuestro universo mucho más allá de lo tangible, hacia lugares virtuales y aterradores que han parasitado esta realidad.

Insatisfechos con el mundo actual, con sus contradicciones y, sobre todo, con sus frustraciones, los protagonistas de Real intentan, como muchos de nosotros, acceder a otras realidades capaces de satisfacer sus deseos más profundos y de recomponer los fragmentos de sus sueños hechos añicos. La película comienza con un primer plano de un niño que está manteniendo una conversación con su niñera virtual. Ante la pregunta: “¿Crees que soy guapo?”, esta responde con un lacónico: “No importa cuántas veces me lo preguntes, siempre te diré que eres el niño más guapo del mundo”. Una respuesta que resume la necesidad de validación que sienten todos los protagonistas de la película. Incapaces de soportar o procesar emociones humanas básicas como la decepción, la frustración y la inseguridad, se encierran, como muchos de nosotros, en sus smartphones y ordenadores, tratando desesperadamente de encontrarse a sí mismos o, al menos, de encontrar la imagen que tienen de sí mismos.

Tulli no oculta su visión crítica ante la cada vez más monstruosa bulimia digital (la letra de la canción Influenceur, de Ascendant Vierge, actúa como contrapunto a las imágenes en pantalla), pero la película nunca se convierte en un tratado moral. Al contrario, juega con los códigos de este mundo, resaltando su trágica e inevitable imperfección. A lo largo de la película, asistimos a bailes meditativos en Zoom y a discusiones sobre avatares en el metaverso; conocemos a influencers que lloran desesperados (conscientes de su soledad, pero incapaces de escapar de los personajes que han construido en sus redes sociales), a una cam girl que se refugia en la música y en el cariño de su perro y a un grupo de gamers en pleno tratamiento de desintoxicación en un monasterio; vemos cámaras que graban, categorizan y cuentan desde las mochilas de los transeúntes hasta el número de migrantes en embarcaciones improvisadas. Todo ello enriquecido por collages distópicos compuestos de imágenes procedentes de la red, que acaban por crear un estruendo de pesadilla. Sin embargo, aunque lo que retrata Tulli se parece a un círculo de Dante, en la película también abundan los momentos de reflexión sobre lo que realmente ofrece el mundo digital (incluso cuando se aborda con un conocimiento mínimo), o más bien sobre la posibilidad de ser lo que realmente queremos ser, al margen de presiones externas y constructos sociales. En este sentido, es interesante seguir la discusión entre dos parejas de avatares que aprovechan la libertad que les ofrece el metaverso y se atribuyen los géneros que realmente sienten como suyos.

Profunda, como las fosas marinas que describe en un extraño momento de respiro de la cacofonía del mundo virtual, pero también lúdica, Real nos enfrenta a nuestras debilidades y a la necesidad compulsiva que (casi) todos sentimos de escapar de una realidad cada vez más oscura e insatisfactoria. No obstante, a pesar de nuestros esfuerzos, todavía no parece existir un mundo virtual capaz de darnos la felicidad. 

Real es una producción de Pepito Produzioni, FilmAffair, RAI Cinema y Luce Cinecittà (Italia), coproducida por Les Films d'Ici (Francia). Intramovies se ocupa las ventas internacionales.

(Traducción del italiano)

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