Crítica: Youth (Hard Times)
por Martin Kudláč
- Wang Bing sumerge al espectador en el implacable mundo de los trabajadores migrantes chinos, ofreciendo un retrato íntimo y sin concesiones de la lucha por la supervivencia de una generación
El director Wang Bing prosigue su exploración de la juventud china en la segunda entrega de su trilogía Youth, titulada Youth (Hard Times) [+lee también:
tráiler
ficha de la película]. Filmada entre 2014 y 2019 en el centro textil de Zhili, donde más de 300.000 trabajadores inmigrantes se afanan en 20.000 talleres, esta saga, que concluirá con Youth (Homecoming) [+lee también:
crítica
ficha de la película] en el Festival de Venecia, capta la dura realidad de estos trabajadores. Bing recopiló más de 2.600 horas de metraje, dando como resultado un documental que presenta un retrato descarnado de las condiciones laborales y las dinámicas sociales de la juventud china.
El cine de Bing se caracteriza por un firme compromiso con el realismo y la verdad. Sus obras anteriores, como West of the Tracks y Bitter Money [+lee también:
tráiler
ficha de la película], le han consagrado como el principal cronista de las comunidades marginadas de China. En este último capítulo, sigue centrándose en los jóvenes trabajadores de los talleres de Zhili. Al igual que Youth (Spring) [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película], Hard Times sigue a los trabajadores en sus luchas diarias, retratando un panorama sombrío.
Inmerso en el microcosmos de cada taller, el director capta la precariedad vital de los personajes y sus aspiraciones. Estos jóvenes, que han emigrado de las zonas rurales a lo largo del río Yangtsé, soportan horarios agotadores y salarios bajos, sin apenas un minuto de respiro. Su existencia está dominada por la necesidad de ganar dinero, lo que deja poco tiempo para el descanso o la realización personal.
Bing se adentra en las historias personales de los trabajadores, destacando su resistencia y los momentos de solidaridad en medio de la adversidad. Este enfoque le permite abordar los problemas socioeconómicos más amplios a los que se enfrenta la mano de obra inmigrante en China. Aunque la película se centra principalmente en la generación de los veinteañeros, también muestra a trabajadores de tan solo 15 años, junto a familias jóvenes con niños pequeños y padres de mediana edad que trabajan con sus hijos adolescentes. Todos ellos pasan gran parte de su vida dentro de estos talleres, que también cuentan con dormitorios espartanos.
El discreto trabajo de cámara y la mínima intervención permiten que las voces de los trabajadores emerjan con naturalidad. Bing evita el formato convencional de entrevistas directas, filmándolos durante el trabajo, las pausas o antes de dormir. En raras ocasiones, los trabajadores se sinceran con Bing cuando están a solas con él, pero la mayor parte del tiempo el cineasta se centra en las interacciones grupales. Aunque salen a la luz muchas historias individuales, a menudo reflejan experiencias comunes: horarios agotadores, salarios bajos, deudas crecientes, incertidumbre y cargas familiares.
Con sus 227 minutos de duración, Youth (Hard Times) sigue siendo una experiencia visual dinámica. A pesar de la preferencia de Bing por las escenas largas e ininterrumpidas (algunas duran hasta 20 minutos), la película está llena de acontecimientos, desde bromas desenfadadas hasta tensas negociaciones salariales. Los trabajadores no conocen su salario hasta meses después de empezar, lo que provoca tensos enfrentamientos con la dirección, altercados físicos e incluso casos en los que los directivos se fugan con el dinero.
En resumen, Youth (Hard Times) ofrece una exploración conmovedora y sin concesiones del trabajo y la supervivencia en la China contemporánea. La meticulosa observación de Bing y su empatía con los personajes nos ayudan a comprender mejor este tipo de trabajo mal pagado y las vidas que conforma. A pesar de las condiciones de explotación, la resiliencia y la solidaridad que muestran los trabajadores hacen que la experiencia de visionado resulte menos sombría. Sin embargo, la película sirve para recordarnos a todos las fuerzas sociales y económicas en juego.
Youth (Hard Times) es una coproducción entre Francia, Luxemburgo, Países Bajos y China, producida por House on Fire, Gladys Glover y CS Production, con la colaboración de ARTE France Cinéma, Les Films Fauves, Volya Films, Eastern-Lion Pictures and Culture Media Co, Beijing Contemporary Art Foundation y Le Fresnoy – Studio national des arts contemporains. Pyramide International se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del inglés)
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.