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LOCARNO 2024 Fuera de competición

Crítica: La Passion selon Béatrice

por 

- La conmovedora y poética película de Fabrice Du Welz sigue a una Béatrice Dalle a flor de piel sobre las huellas de uno de los hombres de su vida, Pier Paolo Pasolini

Crítica: La Passion selon Béatrice
Béatrice Dalle en La Passion selon Béatrice

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, el nuevo largometraje del cineasta belga Fabrice Du Welz, que ha sido presentado fuera de competición en el Festival de Locarno, nos sumerge en la intimidad de Béatrice Dalle, una de las actrices más carismáticas y misteriosas del cine francés. Aunque se presenta como un viaje tras las huellas de Pier Paolo Pasolini, la película constituye más bien un homenaje, a la vez sincero y poéticamente desgarrador, a una mujer libre e indómita que nunca dejó que ninguna atadura condicionara su vida. Esta nueva obra de Du Welz, que despliega sus alas en un elegante blanco y negro, pone sobre la mesa la idea de observar el mundo de Pasolini a través de los ojos de una de sus mayores admiradoras, una mujer devota que se alimenta de la obra del poeta, cineasta y teórico italiano —y de muchas otras cosas— como si de ello dependiera su vida.

Béatrice Dalle viaja a Italia en septiembre de 2022 con el objetivo de seguir las huellas de Pasolini, uno de los hombres de su vida —junto con Jean Genet y Kurt Cobain—. Aunque la idea inicial de Du Welz era hacer una película centrada únicamente en la vida de la actriz, Pasolini apareció de repente como una elección obvia. Lo que quería evitar era hacer un documental literal, demasiado consensuado y lineal, ya que su verdadero objetivo consistía en elaborar una narrativa más inesperada y compleja. Y Pasolini le dio alas para conseguirlo, ya que le llevó a hacer una película que une hábilmente dos mundos emocionalmente poderosos, dos personajes que nunca se han atado a nada: Béatrice Dalle y el propio Pasolini. Como una poeta en busca de su musa, la actriz nos invita a experimentar su Pasolini, la imagen onírica que ha creado de él. De este a oeste, de norte a sur, la actriz vuelve a visitar los lugares que han marcado la vida y la obra de Pasolini, como una especie de santa mística en busca de emociones que alimenten su éxtasis.

La película escenifica esta búsqueda, el deseo de Béatrice Dalle de redescubrir la esencia misma de un artista que hizo de la ambigüedad y la provocación su credo. Dalle y Pasolini, los verdaderos protagonistas de esta historia, se encuentran metafóricamente a través del medio del cine, de modo que nos regalan momentos de gran intensidad emocional. Gracias a este viaje, Béatrice Dalle revela mucho más de su intimidad de lo que quizá había previsto, tal vez en un gesto de confianza en el cine que demuestra lo importante que es este modo de expresión en su vida.

Béatrice Dalle se revela a la cámara con libertad y autenticidad, como en un confesionario, decidida a vivir su unión con Pasolini sin red de seguridad, hasta el límite. A este respecto, la escena en la que se filma su rostro mientras ve El evangelio según San Mateo en la Cinemateca de Bolonia resulta especialmente conmovedora y poética. Tanto las lágrimas que se deslizan por la faz de esta especie de santa mística a punto de alcanzar un estado de trance como la intensidad de su mirada recuerdan no solo a las películas de Theodor Dreyer, sino también a la autenticidad de Laura Betti. Dalle, una personalidad a la vez barroca y romántica, punk y poética, nos ofrece momentos de rara intimidad, sobre todo cuando habla de su difunto padre y de sus orígenes proletarios, como si los recuerdos de Pasolini hubieran servido para desbloquear algo en su interior.

Por si fuera poco, la película cuenta también con un tercer personaje increíblemente conmovedor, y no es otro que Clément Roussier, el guía e intérprete que acompaña a la actriz en su viaje. Con una conmovedora discreción —y sinceridad— por bandera, Roussier acoge a Béatrice sin juzgarla y la acompaña en su búsqueda mística como si formara parte de ella. No importa que la imagen de Pasolini que Du Welz y Béatrice Dalle presentan sea tan sumamente subjetiva y, en parte, cuestionable —aunque, en el fondo, el mito Pasolini en sí no es más que un concepto, una idea, un ideal que cada uno se forja a partir de sus propios sueños—, lo que cuenta es la autenticidad con la que hablan de él, la intensidad de un culto que se convierte en una desgarradora búsqueda de uno mismo.

La Passion selon Béatrice ha sido producida por Saint Laurent Productions y Vixens, y coproducida por Frakas Productions.

(Traducción del italiano)

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