Crítica: New Dawn Fades
por Martin Kudláč
- Gürcan Keltek retrata una caída hacia la locura ambientada en la rica topografía de Estambul en su primer ejercicio de ficción

El guionista y director turco Gürcan Keltek, conocido por su cine meditativo y evocador, hace su primera incursión en la ficción con New Dawn Fades [+lee también:
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ficha de la película], presentada en la competición de Locarno. La película se centra en Akın (Cem Yiğit Üzümoğlu), un hombre que lucha por mantener el control de la realidad mientras sufre una serie de episodios psicóticos. Con los monumentos históricos y religiosos de Estambul como telón de fondo, la narración se desarrolla a lo largo de 72 horas y muestra la oscilación de Akın entre fugaces momentos de lucidez y un descenso gradual hacia el delirio y la alucinación. Keltek explora la delicada frontera entre la cordura y la locura, empleando una narrativa introspectiva de inspiración documental, marcada por largas tomas y una línea temporal no lineal.
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ficha de la película] y Gulyabani, se caracterizan por su ritmo contemplativo, el uso evocador de paisajes naturales y una tendencia a difuminar los límites entre lo real y lo surrealista. Estos elementos son evidentes en su ópera prima de ficción, donde la mezcla de la observación documental con el cine experimental se intensifica a medida que la agitación interna de Akın pasa de la paranoia y la ansiedad a la psicosis total. La película también aborda temas como el desplazamiento, la identidad y la angustia existencial, integrándolos de forma impecable en el viaje psicológico de Akın.
A medida que Akın vaga por las calles de Estambul, se enreda cada vez más en la topografía de la ciudad, atraído por lugares de importancia religiosa, como la antigua iglesia y ahora mezquita de Santa Sofía. La película alude al ocultismo, aunque la causa precisa de la crisis psicológica del protagonista sigue sin estar clara. Las referencias a la religión sugieren un episodio de locura divina, que culmina en una visión apocalíptica mientras la película se adentra en los mitos producidos por el subconsciente.
El director de fotografía Peter Zeitlinger, colaborador habitual de Werner Herzog, consigue que los movimientos fluidos de la cámara y la proximidad íntima al protagonista generen una sensación de inmersión. La película hace especial hincapié en la arquitectura urbana, retratándola con un poetismo hipnótico. New Dawn Fades se convierte en un viaje psicogeográfico en forma de docuficción, que navega por las cumbres del éxtasis religioso y las profundidades de la desesperación con un ritmo lento pero fascinante. La película capta hábilmente las transiciones entre momentos de lucidez y confusión, transmitiendo una profunda sensación de vulnerabilidad a medida que la realidad de Akın se desintegra en el delirio, un lugar donde chocan la fe, la identidad y la cordura.
La experiencia surrealista que ofrece la película roza el terreno de lo mítico-poético cuando Akın sucumbe a sus alucinaciones, y aunque New Dawn Fades sigue siendo deliberadamente opaca en términos de narración convencional, ofrece una exploración visceral y sensorial que invita a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y los constructos alrededor de la salud mental.
New Dawn Fades es una coproducción entre Turquía, Italia, Alemania, Noruega y Países Bajos, producida por Vigo Film y coproducida por Slingshot Films, 29P Films, The StoryBay y Fidalgo Productions. Heretic se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del inglés)
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