VENECIA 2024 Fuera de competición
Crítica: One to One: John & Yoko
por Marta Bałaga
- VENICE 2024: El frenético y divertido documental de Kevin Macdonald y Sam Rice-Edwards es tan bueno que te hace olvidarte de la versión de Imagine de Gal Gadot

He aquí otro documental sobre John Lennon, pero no uno cualquiera, sino uno que, por alguna extraña razón, da la sensación de ser justo lo que todos necesitábamos en nuestras vidas. Se trata de una obra sorprendente, conmovedora y divertida, de las que hacen que este tipo de figuras icónicas se perciban como más cercanas. Aquí todos son humanos, incluso el siempre misterioso Bob Dylan. Y no es broma, ya que se nos da la oportunidad de ver cómo se rebusca literalmente entre su basura.
Eso es precisamente lo que se dedica a hacer un “dylanólogo” reconvertido en acosador de los que destapan cubos de basura, y lo cierto es que la totalidad de la historia de A. J. Weberman constituye un ejemplo perfecto de por qué One to One: John & Yoko, que ha sido proyectada fuera de competición en Venecia, merece tanto la pena. Los directores Kevin Macdonald y Sam Rice-Edwards no tienen prisa, puesto que se toman su tiempo en tratar de conocer a fondo a todos los estrafalarios personajes que hicieron de Nueva York una ciudad tan irresistible para Lennon y Yoko Ono en los años setenta. También se toman su tiempo para escuchar las conversaciones más extrañas. De hecho, se cuenta una deliciosa —y absolutamente disparatada— historia sobre unas moscas que se necesitan desesperadamente para una obra de arte y, por si fuera poco, la trama se va desarrollando más y más, con distintas personas buscándolas por toda la ciudad.
No cabe duda de que la vida que los dos decidieron llevar en Nueva York durante un tiempo fue de lo más extraña y caótica, y quizá por eso les gustaba tanto. Lennon y Ono cuentan que vivían en un pequeño piso de Greenwich Village, se quedaban en la cama y veían la tele todo el día. Lo que veían en la pantalla dictaba prácticamente todos sus movimientos: desde defender a un chico condenado a diez años por traficar con marihuana hasta aparecer junto al alborotador Jerry Rubin, pasando por intentar organizar el concierto One to One para recaudar fondos para niños con necesidades especiales. Ahora, todas esas imágenes fluyen también en la película en cuestión, que consiste en un flujo ininterrumpido de elaborados anuncios y dramáticas noticias. Es una película de las que te fríen el cerebro de la mejor manera posible.
Tras dejar atrás sus días con los Beatles, Lennon se lanza a nuevos proyectos. Hace lo que cree correcto y se le ocurren las ideas más descabelladas. Resulta fascinante ser testigos del día a día de dos artistas que no están para nada confusos ni perdidos. Exploran y dicen lo que piensan, de modo que, por primera vez en años, y habiendo dejado atrás el acoso constante que sufrían en el Reino Unido, empiezan a sentirse verdaderamente libres. Resulta casi extraño ver a una de las mayores estrellas del mundo presentarse en persona en todos estos actos políticos, hablando con la gente y poniéndose a su disposición. Quizá lo que le ocurrió a Lennon después cambió estas interacciones para siempre, pero esta película no trata de la muerte, sino de la vida y de la importancia de no perder nunca la curiosidad.
Y, en este caso, se hace todo con la compañía de la pareja. De hecho, rectificamos: no estamos ante otra película más sobre John Lennon, ya que Yoko Ono ocupa un lugar central, y no solo cantando, sino también presentando su propia versión de la historia que tantas veces hemos escuchado. Esta joven a la que muchos se referían como “la japonesa fea”, que fue amenazada por una mayoría de fans que la rechazaban, recupera su fuerza y camina orgullosa por Salem, “la ciudad de las brujas”. Y lo hace junto a él.
Luego está el concierto en sí, el primero de Lennon desde que dejó de formar parte de los Beatles, un acontecimiento de los que ponen la piel de gallina, incluso hoy en día. Durante la proyección para la prensa, brevemente interrumpida por una alarma de incendio, el público recibió a Lennon con aplausos. En condiciones normales, muchos periodistas cansados habrían agradecido una distracción así, pero no esta vez, ni durante esta película. Querían volver a escuchar la voz de un hombre que siempre cantaba mascando chicle, querían reírse de su idea de “liberar a algunas personas” de la cárcel durante la proyectada gira Free the People. Un soñador, sin duda, pero quizá no el único.
One to One: John & Yoko ha sido producida por las británicas Plan B/Km Films y Mercury Studios, y las ventas internacionales de la película corren a cargo de Cinetic Media.
(Traducción del inglés)
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