04/09/2024 - VENECIA 2024: El debut del director británico Jethro Massey es un fantasioso romance parisino interrumpido por extraños desvíos hacia la historia oscura de la ciudad

En 1974, Céline y Julie iban en barco en la película de Jacques Rivette, avanzando a la deriva por el río de su imaginación durante la última escena. La bañera en la que se encuentran los protagonistas de esta película es considerablemente más estrecha e íntima, además de una magnífica analogía de las dimensiones y el tono de la ópera prima del cineasta británico Jethro Massey, que se contenta con sumergirse en su propia visión misántropa del mundo. Autoproducida por el director afincado en París y estrenada en la Semana Internacional de la Crítica de Venecia, Paul & Paulette Take a Bath [+lee también:
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ficha de la película] es una obra desigual, pero destaca por la forma en que aborda viejos modismos cinematográficos: ¿podría ser la primera comedia romántica-histórica-negra?

Para ser una película obsesionada con los rincones decrépitos del pasado de París, Paul & Paulette Take a Bath también resulta anticuada y retrógrada en un sentido más inconsciente. Hacía mucho tiempo que un cineasta no intentaba de forma tan descarada un relato del estilo “chico conoce a chica en la ciudad del amor”, en la línea de la Nouvelle Vague, Antes del atardecer y los primeros estudios de personajes beta masculinos de Wes Anderson, pero lo cierto es que no parece tan fresca por haber pasado unos 15 años fuera de nuestras pantallas, ya que los gustos y las políticas de género han cambiado. Paul (Jérémie Galiana) es un aspirante a fotógrafo estadounidense de pelo alborotado; Paulette (Marie Benati) es una manic pixie dream fille de pelo negro con un humor alternativamente morboso y caprichoso. Juntos son increíblemente fotogénicos y elegantes, por lo que resulta difícil no reflexionar sobre la inmortalidad de todos estos clichés románticos.

La pareja se conoce cuando Paul encuentra a Paulette representando la muerte de María Antonieta en la guillotina en una gran avenida de la ciudad; por muy alarmante que pueda parecer, como gesto inicial del personaje tiene una teatralidad impulsiva y esperada. Sin embargo, el aspecto más contemporáneo de la fluidez sexual de Paulette hace que su flirteo con Paul sea impredecible: aparentemente está superando el duelo por una ruptura con Margerita (Margot Joseph), una “imitadora de Marilyn Monroe”, y lo cierto es que los personajes titulares consuman su relación mucho más tarde de lo esperado. Por otra parte, está el tema de las alusiones históricas de Massey. Su “charla” se compone en gran parte de explicaciones de las diversas fechorías y tiranías que han asolado la ciudad: la ocupación de Vichy, la dictadura militar napoleónica y los numerosos crímenes coloniales. Las descripciones parecen sacadas de Wikipedia, pero funcionan por su precisión y lucidez. Aquí se revelan los aspectos más originales de la visión artística de Massey: las pruebas físicas reales de la historia parisina pueden parecer bien disimuladas, pero esta generación ha crecido con Internet y las redes sociales, una forma muy eficaz de que vuelvan a circular (y el trabajo diario de Paul en el comercio electrónico de lujo alude a este elemento digital de la película).

Si la familiaridad de los elementos que componen Paul & Paulette Take a Bath puede inducir cierto cinismo, su falta de sentimentalismo y su habilidad para incomodar reducen nuestra complacencia. Al igual que un baño caliente es un lugar extrañamente útil para pensar, la película de Massey disfruta reflexionando sobre nuestras irracionalidades y extrañas fijaciones: de dónde vienen (por hacer referencia a un hilo argumental que implica al problemático padre de Paulette) y si el amor puede ayudarnos a escapar de ellas.

Paul & Paulette Take a Bath es una producción británica del propio Jethro Masse con su compañía Film Fabric.

(Traducción del inglés)