01/09/2024 - VENECIA 2024: Brady Corbet se hace más grande y más oscuro en su mejor película hasta la fecha, una cinta fascinante, agotadora y profundamente triste

Adrien Brody y Felicity Jones en The Brutalist

Esta periodista todavía no sabe definir qué es realmente The Brutalist, de Brady Corbet. ¿Un drama de época con estrellas reconocibles? ¿Una película sobre arquitectura y muebles de diseño? ¿Una historia de amor? ¿Trata sobre el trauma, la esperanza, la obsesión o la guerra? A quién le importa. El resultado es impresionante.

Proyectada en la competición oficial de Venecia, la historia tiene un comienzo optimista: László Tóth (Adrien Brody), un arquitecto judío que vive en Budapest, ha conseguido sobrevivir a la guerra. No tiene intención de esperar a ver qué pasa después, así que decide emigrar a Estados Unidos en los años cuarenta. Está solo, pero parece que su mujer, Erzsébet (Felicity Jones), también ha sobrevivido. Tiene la esperanza de que algún día pueda reunirse con él, pero construir una nueva vida no será fácil. Acusado por su primo de intentar seducir a su novia americana, y de costarle su cliente más adinerado (Guy Pearce), la breve fantasía de Jules y Jim de László llega rápidamente a su fin.

Sin embargo, pronto comienza otra, cuando ese mismo cliente vuelve a llamar a su puerta. Resulta que su nueva biblioteca, construida por László (el mismo proyecto que hizo que le despidieran), es un éxito; incluso recibe elogios en revistas de arquitectura. Además, sus conversaciones le resultan “intelectualmente estimulantes”. Puede que tenga otro proyecto aún mayor para László. De los que pueden elevar su carrera o hundirle para siempre.

Corbet, que escribió el guion junto con Mona Fastvold, demuestra que realmente no hacen falta flashbacks. Es posible comunicar mucho a través de los actores, de lo que dicen los personajes y de lo que deciden ignorar. Tras unos cuantos encuentros con la alta sociedad, queda claro que nadie entenderá nunca por lo que han pasado László y Erzsébet. Tras la curiosidad inicial, dejan de ser novedad. “No nos quieren aquí”, dice el hombre que poco antes protagonizaba el brindis de la fiesta más elegante de la ciudad. ¿Y ahora? Todo el mundo está aburrido, y les gustaría empezar a ahorrar dinero en sus locos diseños.

Está claro que Brody puede hacer dramas de época con los ojos cerrados. Fue El pianista [+lee también:
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ficha de la película] y ahora es El Arquitecto, demostrando una maestría absoluta con su acento húngaro y sus emociones contenidas. Su László es un hombre amable, loco, obsesionado. Por fin está construyendo su propio Xanadú, que debería convertirse en un oasis espiritual, pero en lugar de eso apesta a muerte. László intentaba huir de lo que casi le destruyó en casa, pero no ha funcionado, así que lo reconstruye todo de nuevo y se hace una nueva prisión con hermoso mármol de Carrara.

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ficha de la película], de Corbet, era otro extraño drama de época, pero este es sin duda más atractivo. Además, cuando la guerra se convierte en un recuerdo distante, las cosas se ponen muy interesantes. ¿Quién es la víctima y quién el opresor? Ya no está tan claro, así que todo se reduce al dinero. El dinero puede comprar cuerpos y almas, y a veces The Brutalist parece una versión sucia de Ciudadano Kane. El alcance es similar, y también la locura, pero la visión arquitectónica de László es casi una broma comparada con los cuerpos defectuosos y adictos. Su biblioteca perfecta y vacía, bañada por una luz celestial y con todo el desorden bien escondido, representa su sueño de controlar por fin el mundo.

En realidad es imposible, pero ver a alguien intentarlo una vez más es realmente conmovedor. ¿Es agotador? Por supuesto, pero puede que sea la experiencia más envolvente de este año en los cines climatizados del Lido. La autora de estas líneas nunca dice este tipo de cosas, pero esta vez tiene sentido que la película sea tan larga. Excepto por el final torpe y mal calculado.

En resumen, Corbet ha ido a lo grande, y a lo oscuro. Aún no está claro qué es realmente The Brutalist, pero sin duda es única en su género.

The Brutalist es una coproducción entre Estados Unidos, Reino Unido y Hungría, producida por Brookstreet Pictures, Kaplan Morrison, Andrew Lauren Productions, Protagonist Pictures, Intake Films y Proton Cinema.

(Traducción del inglés)

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Brady Corbet, Adrien Brody, Felicity Jones, Guy Pearce
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