VENECIA 2024 Semana Internacional de la Crítica
Crítica: No Sleep Till
por Olivia Popp
- VENECIA 2024: La temporada de huracanes llega a Florida en el serpenteante pero hipnotizante primer largometraje de Alexandra Simpson, repleto de buenas energías

El resplandor de neón de un conejo saltarín se refleja vagamente en la piscina del motel, la silueta de Elvis se erige como por azar frente al Waffle House, baratijas de temática playera cuelgan tentadoramente al alcance de la mano de cualquier turista en el interior de una pequeña tienda… En No Sleep Till [+lee también:
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ficha de la película], que acaba de estrenarse en la Semana Internacional de la Crítica del Festival de Venecia, la guionista y directora francoestadounidense Alexandra Simpson capta Florida de una forma tan misteriosamente impactante y emocionalmente cercana que, por momentos, te sentirás parte de los inactivos suburbios de la costa de Jacksonville. Ningún personaje pronuncia una sola palabra hasta pasados más de seis minutos de la película, pero las imágenes de Simpson nos llevan directamente —a través de una precisión de cirujano— a pensar en el concepto de “summertime sadness” que tanta popularidad adquirió con la canción de Lana del Rey.
La película sigue a los personajes en cuatro subtramas casi independientes, al tiempo que se desvía ocasionalmente hacia vidas paralelas. June (Brynne Hofbauer) trabaja en una tienda local de souvenirs y pasa las horas disfrutando de los amores de verano de todos los jóvenes adultos que pasan por el negocio, pero algo la atrae de vuelta al encantador resplandor de los suburbios. Taylor (Taylor Benton, una cazadora de tornados y tormentas de Tampa, autora a su vez de algunas de las secuencias que aparecen en la película) se siente atraída por el huracán que amenaza la costa atlántica del estado. Los ocurrentes hermanos Mike (Xavier Brown-Sanders) y Will (Jordan Coley) deciden abandonar el estado antes de que llegue la tormenta, aunque les resulta más difícil partir de lo que habían previsto en un principio. Por otro lado, una mujer (Violet Strickland) llega al mismo hotel que los hermanos tras haber sido despedida recientemente, ya que la empresa en la que trabajaba ha utilizado la tormenta como excusa para rescindir los contratos de algunos de sus trabajadores.
Simpson sitúa a sus personajes en una especie de apocalipsis inevitable similar a la de Melancholia [+lee también:
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ficha de la película], y es que lo que está claro es que el huracán llegará, les guste o no, pero lo que decidan hacer con esta información es otra historia completamente distinta. La proverbial “calma antes de la tormenta” se manifiesta en forma de un deseo insaciable de arraigarse a un lugar, de prestar juramento a cierta fantasía suburbana, y lo cierto es que nosotros también nos vemos arrastrados por todo ello. A medida que los personajes se demoran, nosotros nos vemos en la obligación de demorarnos también, de aferrarnos a cada silla de plástico de motel y a cada letrero luminoso de diversos tipos de letra que aportan textura a este mundo.
No Sleep Till es lenta, onírica, serena y a menudo roza lo observacional, y todo ello al tiempo que retrata un entorno cinematográfico cuidadosamente elaborado. Sin embargo, lo que, en última instancia, llena la película de tanta vida, incluso cuando sus temas están en punto muerto, no es otra cosa que la dedicación de Simpson a una trama que avanza sin pausa pero sin prisa —en un sentido loable—, en la que la calma de la superficie oculta algo frenético debajo. El director de fotografía Sylvain Marco Froidevaux (complementado por el coloreado de Froidevaux y Victor Guthmann) se aferra a una paleta de colores extremadamente amplia —que va desde los rojos más cálidos de las luces de neón a los azules más profundos de la oscuridad de la noche— que tiñe cada escena con un conjunto de matices que dilatan ligeramente la realidad, haciéndola más vívida de lo que suele parecer. El diseño de sonido de Simpson y Yann Saurin, que cuenta con varias capas, cose el graznido de las gaviotas, el tintineo de las campanas de viento y la música ambiental de un televisor en el gran tapiz de este mundo engañosamente sencillo que tantas cosas esconde tras de sí, del mismo modo que el inglés, el español y el francés se entrecruzan en los mismos espacios.
No Sleep Till es una producción de la estadounidense Omnes Films y la suiza ROC Films, y ha sido coproducida por las estadounidenses WILLA y Salem Street Entertainment. Las ventas internacionales de la película todavía no corren a cargo de ninguna empresa.
(Traducción del inglés)
Galería de fotos 02/09/2024: Venice 2024 - No Sleep Till
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© 2024 Isabeau de Gennaro for Cineuropa @iisadege
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