06/09/2024 - VENECIA 2024: El director iraní Nader Saeivar celebra el movimiento "Mujer, Vida, Libertad" en su relato de una profesora de mediana edad que busca justicia

Tarlan Ghorbani (Maryam Bobani) es una anciana que trabaja como profesora en una escuela de niñas iraní, una sindicalista y activista en favor de las mujeres desde el estallido de la Revolución iraní. Es precisamente esta mujer mayor, que ha estado tantas veces en la cárcel que su hijo biológico ya no la soporta, la protagonista de The Witness [+lee también:
entrevista: Nader Saeivar
ficha de la película], la nueva película dramática de Nader Saeivar, que se ha estrenado en la sección Orizzonti Extra del 81.º Festival de Venecia.

El hecho de ser “testigo” no hace referencia únicamente a los casi 50 años de represión, sino que también está vinculado a la hija adoptiva de Tarlan, Zara (Hana Kamkar). La apasionada bailarina, que también dirige un pequeño estudio de danza, llena de orgullo a Tarlan. Sin embargo, se ve que los sentimientos que Zara despierta en la gente no siempre son positivos. Y es que antes, cuando el marido de Zara, Solat, no era nadie, no se oponía a que fuera ella quien traía el dinero a la familia, que también incluye a la hija de Zara, Ghazal (Ghazal Shojaei). Sin embargo, ahora que Solat tiene un trabajo relacionado con el gobierno, el tema del baile ya no le viene tan bien, de modo que se ha convertido en una quimera liberal a la que poner fin cuanto antes.

“Si me obedece, tendrá una vida feliz”, le dice Solat a Tarlan, que se ha desplazado hasta su casa para hablar con él a instancias de Zara. Los moratones del cuerpo de Zara evidencian su resistencia a vivir la vida doméstica de una esposa tradicional iraní. Bailar sin hiyab es una forma contemporánea de protesta no violenta popular en las redes sociales, pero puede resultar peligrosa. Tal y como muestra la película en los créditos finales, muchas de las mujeres que lo hacían han sido asesinadas. Y aunque este tipo de protesta se asocia sobre todo a mujeres jóvenes, Saeivar ha elegido a una mujer mayor como protagonista, lo cual le permite tender un puente entre la Revolución de 1978 y el movimiento actual.

Cuando Zara también aparece muerta, Solat sugiere que se quitó la vida tras mantener una infeliz aventura con otro hombre, pero Tarlan no le da credibilidad. Unos días antes, al entrar en casa de Solat, vio un cuerpo sin vida en el dormitorio antes de que él la echara y se excusara diciendo que era “un amigo suyo”. Ahora, Tarlan sospecha que el cadáver podría ser de otra persona y que el supuesto suicidio fue en realidad un asesinato.

Pero en el Irán actual, nadie presta la más mínima atención cuando oye que un hombre puede haber matado a su esposa bailarina y posiblemente infiel. De hecho, la llamada de Tarlan a la policía trae consigo repercusiones: Solat habla de una campaña de difamación, y tanto su propio hijo como algunos funcionarios del gobierno de dudosa reputación tratan de poner fin a su investigación. Aunque estos hombres trajeados imponen y dan miedo, son los turbios vínculos con aliados y familiares, las mentiras que se difunden y la desesperanza general lo que verdaderamente pesa sobre la protagonista.

Al haber escrito el guion junto con Jafar Panahi, el “padrino” del cine underground iraní, que también fue el montador de la película, Saeivar ofrece una aguda observación de la forma en que se trata de callar las voces femeninas en el país. Cuando Tarlan se dispone a llevar ante la justicia al asesino de Zara, la película abre un debate sobre qué forma puede adoptar esta justicia. ¿Es violencia contra la violencia? ¿Venganza impulsada por una ira acumulada durante décadas? ¿O seguirá Tarlan el ejemplo de Ghazal? ¿Será como la generación más joven y seguirá adelante con la cabeza bien alta, por muchos golpes que aún le esperen?

The Witness ha sido producida por la alemana ArtHood Films, la austriaca Golden Girls Films y la turca Sky Films. Las ventas internacionales de la película corren a cargo de ArtHood Entertainment.

(Traducción del inglés)