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TORONTO 2024 TIFF Docs

Crítica: Tata

por 

- El documental de Lina Vdovîi y Radu Ciorniciuc es un denso, múltiple e íntimo retrato sin adornos del abuso y el trauma transmitidos de generación en generación

Crítica: Tata

La periodista y cineasta rumanomoldava Lina Vdovîi, en colaboración con su compañero de vida y codirector Radu Ciorniciuc (Acasă - My Home [+lee también:
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, película en la que Vdovîi escribió el guion), brinda un retrato personal, denso y de múltiples capas en torno al trauma transgeneracional originado por el patriarcado tradicional en su nueva obra, el documental Tata [+lee también:
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, que se ha estrenado en Toronto. “Nunca se nos pasó por la cabeza cuestionar a nuestros padres; teníamos asumido que la vida era así y no nos planteábamos ninguna otra opción”, dice su padre, Pavel. Él fue el motivo por el que la cineasta abandonó su hogar y su familia a los 18 años, y no ha vuelto a ponerse en contacto con él desde hace 25 años. Pero cuando le pidió ayuda, parece que su instinto periodístico le recordó la necesidad de desenredar los dolorosos nudos del pasado, así que no se lo pensó dos veces y fue a por ello.

Pavel lleva 12 años trabajando en Italia, donde se gana la vida limpiando una gran finca, cuidando las plantas, recogiendo la uva y embotellando el vino. Su patrón le ha maltratado psicológica y físicamente durante años, y ahora Pavel le envía a Lina un vídeo en el que muestra moratones en las manos y el cuello. Pero antes de que ella y Radu emprendan el viaje hacia Italia, se nos va revelando información progresivamente acerca de los malos tratos que Pavel infligía tanto a su mujer como a sus tres hijas, y todo ello a través de la voz en off de Lina y de vídeos caseros. Y aunque estos últimos carecen de violencia física visible, las videocartas que las niñas le enviaban constituyen una prueba irrefutable de un tipo de violencia totalmente distinto. Quizá sea una sugerencia que el espectador capta, consciente de la dirección que está tomando la historia, pero estos vídeos parecen ocultar una aprensión y quizá incluso cierto miedo tras la fachada de alegres canciones y sobresalientes boletines de notas. Al fin y al cabo, tal y como nos dice Lina, el miedo a ser golpeada por la más mínima razón es lo que más recuerda de su infancia.

Ya en Italia, Lina y Radu equipan a Pavel con una cámara oculta con la que obtienen varios segmentos borrosos y viscerales de pura violencia, rabia y desesperación. También contratan a un abogado cuyas esperanzas se basan tanto en estas imágenes como en los documentos incriminatorios que Pavel consiguió salvar.

De manera paralela, se desarrolla la historia de un trauma familiar, la cual se acompaña de varios intercambios bruscos entre padre e hija. Él se disculpa y pide perdón, pero también busca justificación para sus actos en las historias de su padre, el abuelo de Lina. Mientras tanto, Lina se comunica con su madre, que a pesar de haber sobrevivido al cáncer y haber adquirido cierta sensación de autonomía, todavía sigue temiendo el posible regreso de Pavel. Por otro lado, está la madre de la madre, una anciana sabia y brillante que ha sobrevivido a tres matrimonios sin recibir ni un solo golpe, ya que, al haberse licenciado en Psicología, sabía muy bien cómo manejar a los hombres. Y por si todo esto fuera poco, Lina está embarazada.

La disposición de todos estos elementos en capas que se alternan mediante un montaje claro y finamente graduado hace que no haya necesidad alguna de elaboración. La compleja y dolorosa historia se traslada a un panorama social más amplio, en el que el maltratador es ahora maltratado en un contexto diferente, pero está claro que todo procede de la misma fuente: el padre, el jefe, ¿acaso no se trata del mismo arquetipo?

Pequeños detalles como el lenguaje corporal de Lina cuando Pavel la abraza, el tono de sus conversaciones o el recuerdo de un matrimonio efímero no hacen sino añadir más capas psicológicas. Y aunque muchos documentales sobre temas difíciles intentan culminar con una nota positiva, en cuanto Pavel regresa, vuelve a maltratar verbalmente a su mujer. El hijo recién nacido de Lina es el único atisbo de esperanza, pero es más bien significativo en esta forma de contar la historia que se muestra completamente desprovista de adornos.

Tata es una coproducción entre la rumana Manifest Film, la alemana Corso Film y HBO Max. Autlook Filmsales posee los derechos internacionales.

(Traducción del inglés)

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