Crítica: Seven Days
por Olivia Popp
- La cinta dirigida por Ali Samadi Ahadi y escrita por Mohammad Rasoulof habla sobre los sacrificios que las mujeres iraníes activistas de los derechos humanos hacen tanto como madres como militantes

Una mujer forzada a elegir entre dos opciones de vida deseadas no es un tema nuevo para una película; solo recientemente en el mundo contemporáneo se les ha dicho a las mujeres que, de hecho, pueden hacer ambas. La maternidad y tener una carrera profesional, la familia y un negocio de éxito (la sociedad actual suele decir con razón que las mujeres pueden hacerlo todo). Sin embargo, Seven Days, que tuvo su estreno mundial en la sección Centrepiece del Festival de Toronto, investiga el caso de una mujer en una situación sociopolítica muy precaria, en un contexto político de Irán, en la que debe elegir una vez más. Mohammad Rasoulof (director y guionista de La semilla de la higuera sagrada [+lee también:
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ficha de la película], propuesta alemana para los premios Óscar) ha escrito un guion bien redactado y con matices, que es adaptado con éxito, aunque de forma muy convencional, por el director alemán-iraní Ali Samadi Ahadi. Mitad thriller, mitad drama familiar, la primera parte narra rasgos generales de la huida de nuestra protagonista a la frontera iraní, mientras que en la segunda parte explora la relación de la activista con su familia y la batalla personal que libra en su interior.
A Maryam (Vishka Asayesh), una activista de los derechos humanos y de los derechos de las mujeres que vive en Teherán, le conceden siete días de permiso médico en la cárcel, durante los cuales planea su huida a la montaña a través de contrabandistas hasta la frontera entre Irán y Turquía. Allí, pretende reunirse con su marido Bahram (Majid Bakhtiari) y con sus hijos adolescentes Dena (Tanaz Malaei) y Alborz (Sam Vafa), quienes viven en Hamburgo desde hace seis años. A lo largo de esta catastrófica semana, ella debate entre huir para estar con su familia en Alemania o quedarse en Irán para seguir luchando por su país a pie de calle.
En el fondo, Seven Days trata de la feminidad, entre el amor de una madre por sus hijos y la lucha de una activista por las libertades políticas, ninguna de las cuales nuestra protagonista se toma a la ligera. Sin embargo, no olvida el sistema político iraní, ni los sacrificios reales a los que se enfrentan las mujeres activistas de los derechos humanos (al final de la película, Ahadi incluye una cita de Narges Mohammadi, ganador del Premio Nobel de la Paz, que escribe desde la infame prisión de Evin). El guion de Rasoulof es notablemente feminista en su construcción, aunque ese argumento pueda encontrarse en todas las películas sobre una mujer que elige entre su familia y su carrera, o que toma una decisión que prioriza sus deseos por encima de todo.
Seven Days confronta la idea de que una mujer tiene derecho a elegir lo que crea que es correcto para sí misma, además de los prejuicios de género innatos que conlleva tomar una decisión que no se ajusta a las ideas socialmente aceptadas. Aunque sus amigos la instan a marcharse lo antes posible, ella se digna a no abandonar su amado país: “No estoy triste: soy el dolor del mundo y una tierra llora en mi pecho”, relata Maryam. Aunque tiene un trasfondo nacionalista sobre que Irán es el primer amor de Maryam, los personajes también critican el concepto mismo de Estado nación (“Un trozo de tierra, rodeado de una línea ficticia llamada frontera”).
Con el director de fotografía Mathias Neumann, Ahadi muestra unos efectos visuales de calidad y breves secuencias de conflicto que eclipsan la gravedad de la difícil situación de nuestra protagonista. A pesar de los peligros a los que Maryam se enfrenta, la película no asume demasiados riesgos cinematográficos, y tiene un ritmo particularmente entorpecido, lo que proporciona muchas secuencias que tienen el mismo peso, a pesar de que la importancia emocional de unas sea mayor que la de otras. Pese al peligro al que se enfrenta, la tensión parece quedar relegada a un segundo plano, aunque en parte se mantenga gracias a la destacada y convincente interpretación de Asayesh.
Seven Days es una producción alemana de Brave New Work GmbH, y Goodfellas gestiona sus ventas internacionales.
(Traducción del inglés por Paula López Pastor)
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