Crítica: Las chicas de la estación
por Alfonso Rivera
- La nueva película de Juana Macías aporta frescura, verdad y emotividad a un asunto tan delicado y escabroso como la prostitución de menores de edad
El 72.° Festival de San Sebastián estrena mundialmente en una gala organizada por RTVE Las chicas de la estación, nuevo trabajo de Juana Macías (nominada al Goya a Mejor dirección novel en 2010 por Planes para mañana [+lee también:
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ficha de la película] y de actualidad por la serie Las abogadas, que se emitirá pronto desde ese mismo canal), el lunes 23 de septiembre, Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de mujeres, niñas y niños. Pues la prostitución de menores es justamente el tema central de este film, que se inspira tanto en casos mediáticos de menores tuteladas que cayeron en redes de proxenetas como en la violación grupal de una chica acaecida en Mallorca en 2019.
La cinta presenta a Jara, Álex y Miranda, chavalas que han crecido en un centro educacional sin saber qué es el amor sin condiciones, pues provienen de familias problemáticas o fueron abandonadas al nacer. Pero se aproxima el cumpleaños de la primera y quieren celebrarlo a lo grande acudiendo al concierto de su trap queen preferida: pero no tienen dinero, ni muchas maneras de conseguirlo, aunque por el barrio anda una chica más mayor que ellas que les ofrece citas sexuales con adultos en los baños de la estación. Poco a poco se ven atrapadas en una red que incluye fiestas privadas de alto standing...
Coescrito por Macías e Isa Sánchez (Alegría [+lee también:
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ficha de la película]), este largometraje se apoya en la frescura y expresividad de un elenco encabezado por Julieta Tobío, Salua Hadra y María Steelman en su primer trabajo ante las cámaras tras ser seleccionadas por casting. En estas jóvenes y enérgicas actrices -muy creíbles a pesar de su falta de experiencia interpretativa- y en una omnipresente banda sonora de música urbana -en la que se escuchan temas de Gata Cattana, La Blackie, La Zowi, Dalila… hablando de supervivencia, violencia y desarraigo- radica la fuerza emocional de una película digna, ágil y entretenida que recuerda a otras crónicas juveniles de clase baja, como aquel cine quinqui setentero de Eloy de la Iglesia (donde algunos muchachos vendían sus cuerpos para poder comprar droga) o a Barrio, de Fernando León de Aranoa (1998), pero anclada en la sucia y cruel contemporaneidad.
Así, Las chicas de la estación se acaba convirtiendo no solo en un solvente y eficaz film de denuncia, sino también en un canto de amor a la amistad y la sororidad, pues esas jóvenes mujeres acaban formando algo así como una familia sincera al encontrar en sus empáticas colegas ese apoyo, comprensión y afecto que tanto añoran.
Las chicas de la estación es una producción de FeelGood Media, Kowalski Films, La Perifèrica Produccions y Las chicas de la estación A.I.E. que cuenta con la participación de RTVE, IB3 y Movistar Plus+. La película se estrenará en España en el último trimestre de 2024 con distribución de A Contracorriente Films mientras que de sus ventas se ocupa Film Factory.
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