10/10/2024 - Pablo Hernando se confirma como una de las voces más singulares del nuevo cine español con un Neo-noir de ciencia ficción protagonizado por una sugerente Ingrid García-Jonsson

Cuando Ingrid (a la que da vida una sugerente Ingrid García-Jonsson) aprieta el gatillo, sus víctimas no saben quién les ha disparado. Su habilidad para infiltrarse y desaparecer sin dejar rastro la convierte en una implacable asesina a sueldo. Pero ese poder procede de una extraña conexión con otro mundo, un mundo habitado por criaturas marinas monstruosas que, al mismo tiempo que le confiere habilidades especiales, le arrebata lentamente su humanidad. Este es el misterioso argumento de Una ballena, la nueva película de Pablo Hernando (una de las voces más interesantes del llamado “El otro cine español”, director de películas tan singulares como Cabás, Berserker [+lee también:
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Una ballena es de esas películas que lo mejor es ir a ver sin saber nada de ellas. A través de un cruce entre cine negro, ciencia ficción y terror cósmico, la película habla de un mundo que no vemos ni podemos explicar del todo, de lo invisible e inaudible, de los lugares en sombra que hay en todos nosotros, de la imposibilidad de desentrañar a alguien por completo, de la lucha entre lo humano y lo animal, de lo monstruoso, de la presencia de lo fantasmal y  lo extraordinario en la realidad; también del paso del tiempo y la soledad, de cómo llegamos a convertirnos en quienes somos, del peso del pasado en el presente y en el mañana, de un mundo que desaparece.

Pablo Hernando explora todo ello con imaginación, sugestión y misterio, más a través de lo que no se dice que de lo que se dice, dejando que las imágenes hablen y sugieran ideas, emociones, estados de ánimo. Ahí reside una de las grandes bazas de la película. El director se adentra en el género negro (con un interesante juego que mezcla claras referencias al polar francés de Jean-Pierre Melville en Le Samouraï con el imaginario de Herman Melville en Moby Dick) a través de un atrevido y original cruce con un terror por momentos costumbrista (que fácilmente recordará a otras películas de ese cine español en los márgenes). El resultado es una película cuya forma oscura habla de ese misterio que la recorre en su fondo, que sabe jugar con la libertad que permite el género, con las posibilidades de lo simbólico (las metáforas que ofrece el mundo marino están muy presentes), la fantasía, el sonido, el tono, el color, las texturas, el fuera de campo. Hernando también acierta con una puesta en escena austera, sombría, enigmática y a la vez de cierta belleza, logrando imágenes visualmente poderosas, que captan ese mar cuyas profundidades nunca alcanzamos a ver por completo.

Una ballena es un neo-noir valiente y con personalidad, un paso más allá de Pablo Hernando, una película tan críptica como hermosa, por momentos hipnótica. Tal vez, uno de sus mayores logros reside en esa capacidad de saber jugar con la belleza, el terror, la libertad del misterio y con la imaginación del espectador, y de dejar que cada uno interpretemos y le concedamos nuestro propio significado a lo que vemos en la pantalla. Sin duda, una película que confirma a Hernando como uno de los cineastas más singulares del panorama español actual.

Una ballena es una coproducción entre España e Italia de las compañías Señor & Señora, Orisa Produzioni y Sayaka Producciones. Las ventas internacionales están a cargo de Latido Films y la distribución en España de Elastica Films.