Crítica: September 5
por Giorgia Del Don
- Tim Fehlbaum reconstruye la trágica toma de rehenes de las Olimpiadas de Múnich 1972 desde el punto de vista de los periodistas que la cubrieron

Estrenada mundialmente en Venecia, donde inauguró la sección Orizzonti Extra, y presentada recientemente en la sección Gala Premieres del Festival de Zúrich, September 5 [+lee también:
tráiler
ficha de la película], el tercer largometraje del suizo Tim Fehlbaum, ofrece una minuciosa reconstrucción de la terrible toma de rehenes (11 deportistas olímpicos israelíes por parte de una organización terrorista palestina) que tuvo lugar el 5 de septiembre durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972.
El rasgo que define y guía esta película es el punto de vista de sus protagonistas: los reporteros de ABC, que presenciaron personalmente la tragedia. Más allá de las cuestiones sociopolíticas que inevitablemente sobrevuelan la película, especialmente en este momento delicado de la historia, la decisión de centrarse en el papel que desempeñó la televisión en este suceso (retransmitiéndolo en directo) permite al director desviar nuestra atención hacia otro aspecto de la historia. En este sentido, la principal cuestión que plantea la película es el papel de los medios de comunicación en este tipo de situaciones: ¿cuál es el límite entre la información y el voyeurismo? Al mostrar lo que está ocurriendo y representar el horror y la violencia, ¿no contribuyen, aunque sea involuntariamente, a dar mayor visibilidad a los terroristas?
El protagonista de la historia es Geoffrey Mason, o Geoff (interpretado por John Magaro), un ambicioso productor que está decidido a demostrar su valía a su jefe Roone Arledge (Peter Sarsgaard). Geoff llega a Múnich el segundo día de las Olimpiadas y se ve obligado a gestionar una situación trágica e inesperada, sobre todo porque su especialidad es el deporte. Atrapado en el ojo del huracán junto con su equipo y una intrépida traductora alemana llamada Marianne (interpretada por Leonie Benesch), Geoff tiene que lidiar con una situación cruel pero cautivadora, que resulta peligrosamente atractiva para su ego. Obligado a reaccionar en tiempo real ante el horror de un incidente que parece salirse de control, el ambicioso productor tiene que tomar decisiones difíciles que marcarán no solo su carrera, sino la forma en que los medios de comunicación, cuya ética no siempre es fácil de respetar, abordan el horror.
Estamos ante un auténtico thriller que mantiene al espectador en vilo y que deslumbra por su minuciosa atención al detalle en su retrato de este suceso. Esta precisión es el resultado de una rigurosa investigación histórica llevada a cabo por el propio director, que se basó en todas las imágenes disponibles de la época y trabajó (junto con su equipo) con el “verdadero” Geoffrey Mason, un reportero deportivo que se vio obligado a abordar cuestiones políticas y éticas que probablemente nunca pensó que tendría que plantearse. Las largas coberturas en directo que tuvo que soportar fueron una especie de laboratorio en el que se pusieron a prueba los límites de la ética periodística. ¿Ceder a la tentación de retransmitir todo lo que están viendo equivaldría a ceder a los terroristas el control de una narración que intentan dominar? Esta es la verdadera cuestión a la que tiene que enfrentarse el protagonista de la película, a pesar de sentirse paralizado por una marea de emociones contradictorias.
September 5 es una producción de BerghausWöbke Filmproduktion y la americana Projected Picture Works, coproducida por Constantin Film y ERF Edgar Reitz Filmproduktion. Republic Pictures (Estados Unidos) se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del italiano)
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