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SEMINCI 2024

Crítica: La mitad de Ana

por 

- La actriz Marta Nieto debuta en la dirección con un sentido y sensible largometraje que ella misma protagoniza y donde aborda los claroscuros personales de la madre de un niño trans

Crítica: La mitad de Ana
Marta Nieto y Noa Álvarez en La mitad de Ana

Marta Nieto es una de las actrices más talentosas del teatro y el cine españoles; basta recordar que se alzó con el premio a la mejor interpretación femenina en la sección Orizzonti del Festival de Venecia por su labor en Madre [+lee también:
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, labor por la que fue nominada a los Goya y a los European Film Awards. Valiente como otras colegas (Paz Vega, Sara Sálamo o Carolina Yuste) que han saltado, o lo están haciendo, al proceloso campo de la dirección, pero también consciente de su poca experiencia en esta tarea, la intérprete no solo dirigió el cortometraje Son como ensayo de un futuro largo, sino que se postuló para semilleros como D’A Film Lab Barcelona y el programa Residencias de la Academia de Cine española, en cuya primera promoción participó. La mitad de Ana [+lee también:
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es el resultado, que se ha estrenado por fin a competición en la 69.ª Seminci de Valladolid.

En esta cinta la actriz presenta e interpreta a la Ana del título, que divide su tiempo entre su trabajo como vigilante en un museo y el cuidado de su hija Sonia (encarnada por Noa Álvarez), fruto de su relación con un francés (Nahuel Pérez Biscayart). Además, la cría empieza a manifestar que no se siente cómoda con su género asignado al nacer y comienza un proceso de redescubrimiento de identidad en el que se vuelca Ana al tiempo que lidia con su custodia.

A partir de estas premisas, Nieto realiza un retrato de mujer acechada por varios frentes, con transexualidad infantil al fondo. Es decir, a través del conflicto que supone que el entorno social modifique la generalizada y reductora mirada binaria sobre su criatura, ella misma debe empezar a observar el mundo –y, sobre todo, su propia vida– con nuevos enfoques y no solo como progenitora entregada en exclusiva. Estamos pues ante una doble transición, ya que una empujará a la otra: del hijo y de la madre –que ha arrinconado sus sueños, placeres y ambiciones, escondida tras su misión de criadora– hacia su yo más profundo y libre.

Esa es la mitad del personaje central, oculto como el lado en sombras de la luna, al que alude el título de una película sentida, intimista, cercana y emotiva que también habla de precariedad laboral, custodia compartida y del papel sanador que tiene el arte a la hora de ayudarnos a salir de situaciones en crisis.

Aunque corre el peligro de ser comparada con el otro título español 20.000 especies de abejas [+lee también:
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porque aborda también la transexualidad infantil, La mitad de Ana opta por dejar ese tema en un segundo plano (la familia acepta aquí perfectamente al pequeño Son) y –ayudada por técnicas de animación y una puesta en escena que acude al primer plano, al desenfoque y los reflejos para transmitir el caos, la confusión y el desconcierto del personaje adulto central– enfatizar en la necesidad que tenemos todos de ver realizados nuestros sueños, por encima incluso de la entrega sin límites hacia los seres más amados.

La mitad de Ana es una coproducción hispano-francesa de Elastica, AvalonMr. Fields and Friends CinemaStudiocanal, que se ocupa de sus ventas internacionales. Se estrenará en España el 13 de diciembre, de la mano de Elastica.

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