PELÍCULAS / CRÍTICAS Bélgica / Francia
Crítica: L’art d’être heureux
por Aurore Engelen
- Stefan Liberski vuelve con una comedia melancólica sobre un pintor tan conceptual que ya no ve el sentido al arte, a la forma de hacer las cosas, e incluso a la vida

Después de ser consagrados sus últimos diez años de literatura, el artista polifacético Stefan Liberski está de vuelta al cine, donde ha destacado con su primera película, Bunker Paradise [+lee también:
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ficha de la película], además de Baby Balloon [+lee también:
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ficha de la película], una adaptación de Amélie Nothomb. En L’art d’être heureux [+lee también:
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ficha de la película], que ha sido presentada mundialmente en la Fiesta del Cine de Roma, y llega el 30 de octubre a las salas de Francia con KMBO y el 13 de noviembre a las de Bélgica con O’Brother Distribution, el cineasta dibuja un retrato cómico pero con tintes absurdos y melancólicos de un hombre al borde de una crisis nerviosa sin darse cuenta, un artista conceptual en busca de sentido, o más bien, perdido en un exceso de significado e interpretación.
"¿Usted es pintor?" "Es un poco más complicado que eso." Para Jean-Yves Machond ser pintor es, ante todo, una performance. Alejado de los pinceles para dedicarse a la enseñanza, Machond busca un nuevo comienzo tras haber presentado su dimisión y entregado las llaves de su casa en Bruselas. Atrás quedaron los días en los que sacudía el pequeño mundo del arte contemporáneo exponiendo salas vacías, literalmente vacías, pero conceptualmente llenas. ¿Cómo reinventarse cuando uno ha hecho del vacío su sello distintivo? Tras haber llevado el significado al extremo, Machond decide recuperar el gesto ancestral del pintor. Así que se instala en el acantilado donde Monet solía pintar, se viste con la bata de Bernard Buffet y mira hacia el horizonte. Pero la inspiración se le resiste. No será hasta que se cruce con otros pintores, preferentemente amateurs, cuando recupere el gusto por el arte y, de paso, por la vida.
Stefan Liberski concibió L'art d'être heureux en colaboración con Benoît Poelvoorde, presente desde el inicio del proyecto, e inspirado libremente en La Dilution de l'Artiste de Jean-Philippe Delhomme. El actor es el corazón de esta comedia que cuestiona tanto el mundo del arte como nuestra relación con la vida, que hoy en día parece estar mediada constantemente por nuestras pequeñas pantallas. Como si toda experiencia solo se viviera realmente al ser contada o reconceptualizada. Es en esta búsqueda de una relación auténtica donde Machond se embarca, aunque al principio no sea plenamente consciente, sobre todo mientras se pierde en compañía de Cécile, una galerista parisina impulsada por sus propias neurosis. Al acercarse a personas más sencillas, con los pies firmemente anclados en la tierra, Machond comprenderá lo que realmente le mueve. Alrededor de Benoît Poelvoorde, Liberski ha reunido un elenco variado con actores y actrices de diferentes ámbitos, quizá a veces demasiado dispares: Camille Cottin, Gustave Kervern y François Damiens, cada uno con su propio registro. La inclinación por lo insólito prevalece a menudo sobre el impacto emocional, de modo que el espectador se encuentra buscando un sentido, igual que Machond. Aunque algunas ideas atractivas salpican la narrativa, como el artista que se autoentrevista para construir su propia leyenda, al dispersarse en todas las direcciones la película corre el riesgo de desconectar al espectador y perder la empatía hacia Machond.
L'art d'être hereux ha sido producida en Bélgica por Artemis Productions y coproducida en Francia por Le Bureau Films. The Bureau Sales se ocupa de las ventas internacionales.
(Traducción del francés por Tiffany Diago Navarro)
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